"Cristo fue el primer fedayín" dijo Yasser Arafat, líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), en una entrevista que publicó el 30 de diciembre el "Diario 16" de Madrid, España. Arafat converso con el periodista Emilio Menéndez del Valle en Palma de Mallorca, a donde se trasladó para entrevistarse el 27 de diciembre con el canciller austríaco y dirigente de la Internacional Socialista (IS) Bruno Kreisky. En esa conversación, Arafat se declaró a favor de la guerra, "pero entendida como una de las tantas formas de seguir su política hacia adelante". Recordó que el pueblo palestino está pasando por una situación verdaderamente difícil, que el 60% vive fuera de su tierra, y el 40% en la tierra ocupada. El líder palestino, señaló: "Es un pueblo atormentado por masacres y asesinatos, de los que es un vívido ejemplo la última invasión israelí del Líbano, incluidas las masacres de Sabra y Chatila". "El nuestro --añadió- es un pueblo de larga historia y arraigada civilización. Hemos sido dominados y gobernados por los romanos. ¿Y cómo nos enfrentamos a ellos?. Les enviamos un pescador palestino: San Pedro, quien no sólo conquistó Roma, sino el corazón de los hombres: esa es nuestra civilización ". Interrogado por Menéndez del Valle acerca de las lecciones que pueden extraerse de la matanza de los campos palestinos, Arafat respondió señalando que se había entrevistado después de esos acontecimientos con tres hombres que habían perdido sus respectivas familias. "Estaban moralmente destrozados y aún así se esforzaron en decirme que estaban dispuestos a pagar todo el precio necesario por nuestra tierra, por nuestra patria, por nuestra Palestina", manifestó. "Me dijeron: 'no te rindas, sigue el camino... continúa la marcha'. Es algo que no olvidaré jamás".Arafat sigue creyendo en la necesidad de la convivencia asegura que "la rama de olivo que llevé a las Naciones Unidas en 1974 continúa en mi mano, si bien en la derecha sigo llevando el fusil". Se muestra convencido de que "Israel está contra él y contra todo el pueblo judío, porque los militares judíos con su comportamiento están destruyendo el judaísmo como religión".El balance de la batalla de Beirut, según Arafat, demuestra que "hay una pequeña fuerza palestina que supo resistir durante 88 días al ejército más poderoso del Medio Oriente. Un ejército apoyado, sin ningún tipo de limitación, por los Estados Unidos"."Apoyado militar, política, económica, diplomática e informativamente. Un apoyo que implica el uso indiscriminado del veto norteamericano en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas".Este milagro de la fuerza palestina tuvo como consecuencia "los intentos de hacer fracasar la conferencia de Fez en Marruecos, tanto en su primera como en su segunda versión". "La victoria de Beirut --insistió-- nos permitió impedir que la conferencia de Fez se con viertiera en fracaso, y hemos podido presentarnos al fin como un bloque árabe que presenta una solución al problema de Oriente Medio". "Una solución justa y duradera para la zona, y que sea al mismo tiempo global, que no intente aislarnos, individualizar el problema, una solución que tenga en cuenta todas las partes". En cuanto al plan del presidente Reagan para la paz en el Medio Oriente, Arafat reiteró que "encuentra en él aspectos positivos" señalando que es la primera vez que un presidente de los Estados Unidos, "al formular su plan, se refiere a Cisjordania y Caza como territorios ocupados". Otro rasgo positivo es el hecho de que "se manifiesta el presidente de los Estados Unidos en contra de los asentamientos y colonias sionistas en tierra palestina". Señaló, sin embargo, otros aspectos de la posición Reagan: "Los norteamericanos me dieron garantías de que los israelíes no entrarían en Beirut. Teniendo en cuenta el panorama que vengo comentado, ¿dónde reside, con qué criterio se mide la credibilidad de los Estados Unidos? Incluso toda esta historia va en contra del honor militar de las fuerzas de los Estados Unidos. Porque yo entregué la ciudad de Beirut a la fuerza militar multinacional, incluida la norteamericana". "Una entrega sometida a garantías específicas. Tras los horrores de Chatila y Sabra, ¿dónde están las garantías, dónde la credibilidad?", inquirió. Aunque no comentá su entrevista con Bruno Kreisky, dijo de él que es "un amigo personal, un amigo de nuestro pueblo" y destacó que era la primera entrevista entre ambos después de la batalla de Beirut. Arafat finalmente expresó su confianza en que el actual gobierno socialista en España "desempeñe un gran papel" respecto de la situación del pueblo Palestino.