El Gobierno de Nicaragua ha retirado los permisos a otras dos universidades más alegando supuestas irregularidades que ya han servido en un pasado para cerrar e ilegalizar a partidos y organizaciones contrarias a las líneas defendidas por el presidente del país, Daniel Ortega.
Las afectadas son la Universidad Panamericana de Nicaragua (Upan) y la Universidad del Pacífico (Unip), instituciones privadas registradas como asociaciones, que se unen a las diez universidades canceladas desde 2022. En lo que va de año, al menos tres universidades han sido disueltas, informó el diario La Prensa.
Según el comunicado publicado en La Gaceta, diario oficial del Gobierno, entre las irregularidades que se nombran para justificar la retirada del permiso a la Upan destaca que no cuenta con la infraestructura necesaria para impartir su oferta académica y que no tiene autorización para ofrecer carreras en el exterior, entre otras.
Por su parte, con respecto a la Unip, el diario oficial subraya que la institución “no cumple con los mínimos relativos a investigación científica, docentes contratados a tiempo completo y estructura institucional”.
Asimismo, tampoco cuenta, al igual que la Upan, con autorización para ofrecer carreras en el exterior, entre otras supuestas irregularidades.
“La Asociación Universidad del Pacífico (Unip) ha obviado información relativa a la realización de actividades académicas y de titulación en el extranjero, otorgando títulos académicos, lo cual atenta contra el sentido de integridad y el rigor académico al que están obligadas las instituciones de educación superior”, reza el texto.
Las universidades fueron uno de los focos de protestas en 2018, cuando miles de personas se manifestaron contra el gobierno de Ortega en unas movilizaciones sin precedentes, por lo que en círculos opositores se entiende como otra medida represiva más por parte de las autoridades.
El Gobierno de Nicaragua ha retirado la personalidad jurídica de numerosas ONG y organizaciones de la sociedad civil alegando supuestas irregularidades de tipo administrativo. Una de las últimas medidas afectó, la pasada semana, al Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), principal representación de la patronal empresarial en el país centroamericano, que fue cancelado.
La dictadura de Nicaragua rompe relaciones con el Vaticano, ¿cuál fue el detonante?
El régimen del sandinista rompió sus relaciones con el Vaticano tras meses en los que las tensiones entre el oficialismo y la Iglesia católica se han recrudecido. Fuentes cercanas a la Santa Sede le confirmaron a Confidencial la decisión que eleva aún más las tensiones, ya marcadas por recientes choques.
Según ese medio, la representante de Ortega ante el Vaticano, Yara Suhyén Pérez Calero, expresó “verbalmente” la decisión de dejar sin efecto el vínculo que venía sufriendo fricciones. El anuncio se conoce poco después de que el papa Francisco relacionara, en entrevista con Infobae, la administración sandinista con “dictaduras comunistas o hitlerianas”.
En ese medio, el sumo pontífice se refirió a las recientes decisiones del país centroamericano como el veto a las procesiones de Semana Santa y el destierro y retiro de la ciudadanía a decenas de opositores. Sus palabras también hicieron alusión a la acusación que hace algunos días hizo Ortega del Vaticano al que señaló de albergar una “mafia” y sobre el que cuestionó que no hubiese una “democracia” para designar a sus miembros.
“Yo ahí, con mucho respeto, no me queda de otra que pensar en un desequilibrio (...). Ahí tenemos un obispo preso (Rolando Álvarez), un hombre muy serio, muy capaz que quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio. Son un tipo de dictaduras groseras o para usar una distinción linda de Argentina, guarangas”, respondió el jerarca de la Iglesia católica.
Confianza de la institución religiosa
En medio de las tensiones, la Iglesia nicaragüense espera que la diplomacia sea la mediadora para que los choques en territorio centroamericano lleguen a su fin. Así lo aseguró el cardenal Leopoldo Brenes después de las críticas que abiertamente reiteró el papa Francisco sobre la situación en ese país.
“Yo pienso que es muy difícil decir cuándo comienza el diálogo, cuándo termina. Yo siempre pienso que el diálogo y el trabajo que tenemos que hacer es como esa gotita de agua: la gota de agua, yo siempre digo, no rompe la piedra por la fuerza, sino por la constancia”, dijo Brenes, arzobispo de Managua, a la AFP.
“Nosotros en Nicaragua hemos tenido situaciones muy difíciles en los años ochenta y nadie pensaba que podíamos solucionarlo”, agregó y, sobre lo que dijo Francisco, explicó: “Él manifestaba los sentimientos de dolor, de tristeza, que pueden producirse en situaciones que pueden ir dándose en los países, pero siempre es el mensajero de la paz, mensajero de la reconciliación”.
*Con información de Europa Press y la AFP.