La presidencia en España sigue en vilo, ya que como se había pronosticado, el líder del Partido Popular (PP, derecha), Alberto Núñez Feijóo, no logró los apoyos suficientes para ser investido presidente del gobierno, pese a haber sido el candidato más votado en las elecciones legislativas del 23 de julio, aunque sin una mayoría viable.
Después de una primera derrota el pasado miércoles, el conservador perdió el viernes una segunda votación en la que una mayoría simple también le hubiera valido.
Con 172 votos favorables de 350, los del PP, la extrema derecha y dos pequeños partidos, su candidatura fue rechazada por otros 177 diputados del Partido Socialista, la extrema izquierda y formaciones regionalistas.
¿Qué sigue en España?
Ante este panorama, el actual presidente del gobierno saliente, Pedro Sánchez, debería recibir próximamente el encargo del rey Felipe VI para intentarlo. Antes de esto, el monarca realizará el lunes 2 y el martes 3 de octubre otra ronda de consultas con los representantes de los partidos políticos, según anunció el viernes 29 de septiembre la Casa Real.
En caso de que el socialista no consiga articular una mayoría antes del 27 de noviembre, se convocarían automáticamente elecciones para mediados de enero.
¿Seguirá Sánchez en el poder?
Sánchez volvió a mostrar confianza para seguir como presidente de España, ya que afirmó que conseguirá articular una mayoría que lo ratifique como mandatario.
España “se apresta a repetir ese gobierno de coalición progresista dentro de poco tiempo”, aseguró en Madrid frente a socialistas europeos. Pero, a pesar su optimismo, las negociaciones se anuncian cada vez más delicadas.
Con el apoyo de la extrema izquierda, con quien gobierna desde 2020, y de los separatistas vascos, Sánchez necesita los votos indispensables del partido independentista catalán de Carles Puigdemont, Junts per Catalunya, que se opuso sistemáticamente a su gobierno en los últimos años.
Si Pedro Sánchez quiere a Puigdemont de su lado, deberá considerar las condiciones que presentó su movimiento político para negociar el eventual apoyo a la investidura del nuevo jefe del gobierno español, incluyendo una amnistía para los independentistas.
En una conferencia en Bruselas, Puigdemont mencionó entre las condiciones el “respeto a la legitimidad del independentismo” catalán, “el abandono completo y efectivo de la vía judicial” contra los independentistas y la creación de un “mecanismo de verificación” del cumplimiento de los acuerdos.
El líder catalán también reclamó fijar “como únicos límites, los definidos por los acuerdos y tratados internacionales que hacen referencia a derechos humanos (individuales y colectivos) y las libertades fundamentales”. Las elecciones realizadas en España dejaron al partido de Puigdemont, Junts per Catalunya, en el centro del tablero político, y su voto hará inclinar la balanza hacia uno u otro lado.
Estas declaraciones de Puigdemont han sido vistas como un mensaje directo a Sánchez y a su partido sobre los compromisos que deberán asumir si desean contar con el apoyo de los catalanes y formar un nuevo gobierno.
Por el momento tocará seguir esperando los movimientos políticos que se vayan a realizar en España para conocer si Sánchez se ratifica como presidente o se debe ir a nuevas elecciones.
Con información de AFP