El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, dijo que se apartará de la política si pierde las elecciones de octubre, en cuya carrera marcha segundo detrás del exmandatario Lula da Silva según las encuestas.
“Si es la voluntad de Dios, continúo (en la Presidencia). Si no, paso la banda y me recogeré. Porque, a mi edad (67), no tengo nada más que hacer aquí en la Tierra si termina aquí mi paso por la política, el 31 de diciembre de este año”, dijo el lunes por la noche, durante una entrevista en pódcasts dirigidos a jóvenes evangélicos.
Los comentarios de Bolsonaro, quien declaró hace un año que “solo Dios” podría sacarlo del poder, son parte de una retórica más moderada del presidente de ultraderecha, en un aparente intento por atraer a electores de centro de cara a los polarizados comicios del 2 de octubre.
El jefe de Estado se dirigió directamente a los jóvenes y dijo que lo que decidan en las elecciones podría “marcar su futuro”, antes de criticar a los gobiernos de izquierda en otros países sudamericanos.
“Hagan comparaciones con otros países: ¿qué tienen en común los líderes de esos estados donde estas políticas (de izquierda) no funcionan? Y pregúntense si eso es lo que quieren para Brasil”, señaló.
“No soy el salvador de la patria, no soy yo quien salvará a Brasil”, añadió Bolsonaro en la entrevista, que se extendió por más de cuatro horas.
Se reduce diferencia entre Lula y Bolsonaro, según encuestas
En los últimos tres meses Bolsonaro recortó en los sondeos una distancia que parecía insalvable con el favorito Luiz Inácio Lula da Silva, por lo que tiene posibilidades de ser reelegido en octubre.
La diferencia entre ambos, de 21 puntos a finales de mayo (48 % de las intenciones de voto para Lula en la primera vuelta del 2 de octubre frente a 27 % para Bolsonaro) se redujo a 11 el viernes pasado (45 a 34 %), según el Instituto Datafolha.
El mandatario de extrema derecha ganó dos puntos la semana pasada, mientras que el expresidente de izquierda perdió dos hace dos semanas.
Una semana atrás, el presidente brasileño también había acortado a 11 puntos porcentuales la distancia en la intención de voto respecto al exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, quien lidera los sondeos a 23 días de las elecciones, según una encuesta difundida este viernes.
El izquierdista mantuvo 45 % del apoyo para los comicios del 2 de octubre, mientras que Bolsonaro avanzó desde 32 a 34 %, de acuerdo con un nuevo sondeo del Instituto Datafolha. Pese a tratarse de un escenario de “estabilidad”, por ser un movimiento dentro del margen de error de la encuesta (+/- dos puntos porcentuales), las cifras reflejan la diferencia más estrecha desde mayo de 2021 entre los dos candidatos, según Datafolha.
Por otra parte, incrementan las posibilidades de una definición en segunda vuelta, prevista para el 30 de octubre. En la encuesta anterior, publicada el 2 de septiembre, la brecha en la intención de voto entre los dos oponentes era de 13 puntos porcentuales: Lula tenía 45 % y Bolsonaro, 32 %.
El apoyo del mandatario ultraderechista creció en los últimos meses, recortando la distancia con Lula, quien en mayo pasado lo superaba por 21 puntos porcentuales. Tomando en cuenta los votos válidos (sin blancos ni nulos), Lula obtendría 48 % y Bolsonaro, 36 %, también en ascenso desde la encuesta anterior.
El exmandatario aseguró este viernes en una reunión con la prensa en Río de Janeiro que no tiene “ninguna preocupación” por el avance de su rival. “Todas las elecciones en las que me presento quiero ganar en la primera vuelta. Si no, (...) si hay una segunda vuelta, vamos a ganar”, dijo. “Me gustan los dos turnos”. En un eventual balotaje, Lula obtendría 53 %, contra 39 % del actual presidente, según Datafolha.
El nuevo sondeo, realizado entre este jueves y viernes, sigue a los actos protagonizados por el presidente el miércoles, día de la conmemoración del bicentenario de la Independencia, cuando reunió a decenas de miles de personas en Brasilia y en Río de Janeiro. Opositores lo acusaron de hacer un uso electoral de la fecha, lo que investiga la Fiscalía General.
Ante la multitud, Bolsonaro desacreditó los sondeos: “Aquí no está la mentirosa Datafolha. Aquí está nuestro Datapueblo”, dijo. Pese a esas grandes manifestaciones, el rechazo a su gestión, del 42 %, se mantuvo invariable respecto de la semana pasada. Brasil vive la campaña más polarizada en décadas, en la que los líderes de extremos opuestos del espectro político están lejos del resto.
El centroizquierdista Ciro Gomes marcha tercero, con una intención de voto de 7 %, seguido de la centrista Simone Tebet, con 5 %. El gobierno de Bolsonaro aumentó desde agosto las ayudas sociales de 400 a 600 reales (unos 110 dólares) mensuales del programa Auxilio Brasil, antiguo Bolsa Familia creado por Lula, a 20,2 millones de familias vulnerables. Además, anotó dos meses consecutivos con caída de precios minoristas: -0,68 % en julio y -0,36 % en agosto. Datafolha entrevistó a 2.676 personas en 191 ciudades brasileñas.
*Con información de la AFP.