El Tribunal Supremo de Reino Unido ha rechazado por unanimidad que el Parlamento de Escocia no pueda celebrar un segundo referéndum de independencia sin autorización de Londres. La pregunta que abordó el tribunal era si el nuevo proyecto de ley del referéndum realizado por el gobierno escocés sería solo un asunto reservado a Westminster.
“¿Debe Escocia ser un país independiente?”, esa sería la pregunta que se le haría a los 5,5 millones de habitantes en el norte del Reino Unido propuesta por el Partido Nacional Escocés (SNP) de Nicola Sturgeon, que gobierna esta nación británica.
El tribunal señaló en una nota emitida en su página web que “en ausencia de ninguna modificación a la definición sobre los asuntos reservados, el Parlamento escocés no tiene autoridad para legislar de cara a la celebración de un referéndum de independencia de Escocia”.
Cabe recordar que fue histórico el referéndum que se celebró en el 2014 donde más de la mitad de los escoceses querían seguir siendo parte del Reino Unido, sin embargo y a causa de diferentes cambios en los acuerdos sobre todo en la permanencia en la Unión Europea los ciudadanos han generado encuestas inconclusas.
Es decir, los sondeos muestran a los escoceses casi divididos por igual a favor y en contra de separarse del Reino Unido, principalmente con el anhelo de volver a entrar en la UE.
Paradójicamente, dos años más tarde el referéndum sobre el Brexit --contra el que votó el 62% de escoceses-- acabó sacando a la región del bloque precisamente por haber permanecido en el Reino Unido.
Tras el fallo del Tribunal Supremo, la primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, se ha mostrado “decepcionada” con la decisión, si bien ha dicho que lo “respeta”. Asimismo, ha dicho que el Supremo “no hace las leyes, sólo las interpreta” y ha agregado que “una ley que no permite a Escocia elegir su propio futuro sin consentimiento de Westminster expone como mito cualquier noción de que Reino Unido es una asociación voluntaria y refuerza el caso de la independencia”, ha indicado.
“La democracia escocesa no será negada. El fallo de hoy bloquea una ruta para que se escuche la voz de Escocia sobre la independencia, pero en democracia nuestra voz no puede ser silenciada y no será silenciada”, ha manifestado en su cuenta en la red social Twitter, antes de anunciar que dará un discurso más detallada en las próximas horas.
Sturgeon quiere sacar de nuevo las urnas el 19 de octubre de 2023, pero el Ejecutivo central considera que el debate independentista quedó zanjado con la consulta de septiembre de 2014. Las autoridades escocesas consideran que el escenario ahora es muy distinto, con Reino Unido fuera de la Unión Europea.
El Partido Nacional Escocés (SNP) de Sturgeon, que gobierna esta nación británica de 5,5 millones de habitantes en el norte del Reino Unido, quiere organizar una votación consultiva con la pregunta “¿Debe Escocia ser un país independiente?”.
El ejecutivo central de Londres se niega en rotundo, argumentando que Escocia ya organizó un plebiscito de autodeterminación en 2014, así que el SNP buscaba cubrirse con un marco legal propio, aprobado por la cámara regional escocesa.
Los abogados del gobierno británico argumentaron en octubre que Escocia no puede actuar unilateralmente en un asunto que concierne a la unión de todo el país. Y los jueces del Supremo les dieron la razón.
Con información de AFP y Europa Press*