Las autoridades japonesas han ordenado la evacuación en el sur de la isla Okinawa con motivo de la llegada del tifón Mawar al archipiélago, que lleva más de una semana amenazando el país oriental, por lo que más de 46.200 personas han recibido un aviso para refugiarse del temporal.

La prefectura de Nanjo ha enviado la orden de evacuación de las zonas costeras a las 07.45 horas (hora local), que corresponde al nivel cuatro (de un total de cinco) de alerta. Así, 46.210 personas de la ciudad han recibido el aviso de evacuación, según ha informado la cadena NHK.

En esta imagen del lunes 29 de mayo de 2023, una imagen por satélite de la NASA muestra el tifón Mawar acercándose a las provincias norteñas de Filipinas. (NASA Worldview, Earth Observing System Data and Information System (EOSDIS) via AP) | Foto: NASA Worldview

Además, la prefectura de Yaese también ha emitido una orden de evacuación de varios distritos de la ciudad, instando a los adultos mayores y personas con discapacidad a que abandonen sus hogares.

La Agencia Meteorológica ha instado a los ciudadanos a permanecer alerta ante los fuertes vientos, las altas olas y las lluvias. Otras ciudades, como Okinawa o Itoman, también han emitido alertas de evacuación.

La tormenta tienen vientos de hasta 126 kilómetros por hora cerca de su centro y rachas de hasta 180 kilómetros por hora. Las olas pueden llegar a superar los nueve metros de altura. Se espera que el tifón pueda afectar a la región insular de Okinawa hasta el sábado y que afecte al archipiélago durante varios días más, ya que se mueve con relativa lentitud.

Es de recordar que, esta misma semana la población de Okinawa estuvo amenazada por el lanzamiento del satélite de reconocimiento de Corea del Norte, momento en el que las autoridades nacionales también emitieron una orden de evacuación por temores de un ataque aéreo.

Tifón Mawar

La semana anterior, el tifón Mawar amenazó a los residentes de la costa de Guam, un territorio estadounidense en el océano Pacífico. Según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés), este fenómeno se produjo a velocidades superiores a las 140 millas por hora (mph) y advirtió que podría ser el de mayor impacto en la isla desde hace tres décadas. De hecho, podría alcanzar los 225 kilómetros por hora, convirtiéndose en un ‘supertifón’ de categoría 4.

Imagen proporcionada por la Guardia Costera de Estados Unidos de la Bahía de Noverlooking Tumon Bay en Guam, antes de la llegada del tifón Mawar. | Foto: AP / Teniente Drew Lovullo/Guardia Costera de Estados Unidos

“Lo que estamos sintiendo ahora mismo es el ojo del tifón cruzando hacia el Canal de Rota”, señaló la gobernadora, Lou Leon Guerrero, en su cuenta de Facebook. Como medida de precaución, las autoridades locales anunciaron órdenes de evacuación y establecieron albergues temporales.

Por su parte; el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró el estado de emergencia para esta isla de 170.000 habitantes, para facilitar la entrega de asistencia federal, según informó la Casa Blanca.

A través de las redes sociales comenzaron a circular algunas imágenes y videos que reflejan el impacto de este fenómeno natural con árboles balanceándose, otros caídos y hasta caída de algunos elementos. Mientras tanto, algunos lugareños buscan proteger sus viviendas, mientras se desactiva la emergencia.

“Estoy en una casa de concreto armado y mis ventanas están cerradas. Salí brevemente y los vientos son muy fuertes con lluvias intermitentes”, dijo a AFP Beckie Merrill, una docente de secundaria de 46 años, desde el sur de la isla.

Se teme que el tifón Mawar alcance vientos de hasta 225 kilómetros por hora. | Foto: Reuters / Jun Manalac

En cuanto a los pronósticos, los meteorólogos aseguraron que el tifón se había desplazado hacia el norte del territorio insular. “Parece que estamos recibiendo un golpe cercano con el ojo que pasa a través del Canal de Rota. La pared sur del ojo pasará sobre gran parte de Guam. Los peores vientos estarán en el tercio norte de Guam”, detalló el NWS a esa agencia de noticias.

Expertos estiman que los vientos podrían dejar afectaciones considerables en viviendas y otras estructuras levantadas con materiales livianos; por ejemplo, aquellos techos que no son de concreto. En las costas, los grandes barcos “podrían ser arrancados de las amarras”, apuntó el NWS.

*Con información de Europa Press y AFP.