Argentina y Bolivia instaron este jueves a la Organización de Estados Americanos (OEA) a no interferir en los asuntos internos de sus miembros, alegando el derecho de cada país a elegir su sistema sin injerencias externas ni “amenazas”, cuando el ente se alista a debatir un proyecto de resolución sobre Nicaragua.

Las declaraciones, a nivel de cancilleres, se dieron en el segundo día de la Asamblea General, el cónclave hemisférico anual que se celebra del miércoles al viernes en formato virtual con Guatemala como anfitrión.

“Debemos recuperar en la OEA la capacidad de consensuar soluciones basadas en el respeto a la soberanía y la igualdad de los estados miembro”, afirmó Santiago Andrés Cafiero, ministro de Relaciones Exteriores de Argentina.

Por su lado, Canadá dijo que la organización no debe solo “seguir mirando” los problemas en la región. “Debemos tomar acciones”, afirmó la ministra de Relaciones Exteriores Mélanie Joly, refiriéndose directamente a las elecciones en Nicaragua.

Canadá presentó el miércoles una resolución en su nombre y otros siete países (Estados Unidos, Canadá, Chile, Costa Rica, Ecuador, República Dominicana, Uruguay y Antigua y Barbuda), para pedir al Consejo Permanente de la OEA que haga “una evaluación colectiva inmediata (...) a más tardar el 30 de noviembre y tome las acciones apropiadas” contra el gobierno de Daniel Ortega.

Ortega, quien lleva 14 años consecutivos en el poder en Nicaragua, fue reelegido el domingo para otro mandato de cinco años, frente a cinco candidatos derechistas desconocidos, acusados de confabular con el Gobierno, y tras haber apartado a los opositores que podían hacerle sombra.

El triunfo fue saludado por Venezuela, Cuba y Bolivia.

El representante de Nicaragua, Michael Campbell, arremetió este jueves contra Ottawa y dijo que las elecciones habían sido “libres”. “Nicaragua se respeta”, insistió.

Críticas a la OEA

La polémica que suscita el papel de la OEA en la región volvió al tapete en esta edición del máximo órgano del ente regional.

Argentina estima que la organización se ha apartado “de sus fundamentos al apoyar la interrupción del orden democrático, como en Bolivia”.

Una auditoría de la OEA concluyó que hubo irregularidades en los comicios de 2019, en los que el entonces mandatario Evo Morales se declaró ganador, aunque acabó dimitiendo al perder el apoyo de militares y policías, en medio de una fuerte conmoción social por los cuestionados resultados electorales.

Las violentas manifestaciones opositoras que se desencadenaron entonces dejaron 37 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

“La ideología, las pasiones o el racismo nublaron el juicio de muchos”, dijo el canciller argentino sobre la OEA, denunciando una “vergonzosa página de nuestra historia”.

En su intervención, Bolivia, gobernada tras nuevos comicios en 2020 por Luis Arce, delfín de Morales, abogó por “repensar la OEA”.

“Para la OEA es como si todos los problemas centrales estuviesen lejanos”, afirmó el canciller Rogelio Mayta.

El Gobierno boliviano acusó de nuevo a la organización de haber tomado partido en la crisis de su país e insistió en que “todo pueblo tiene el derecho a construir su sistema libre de amenazas”.

México, Argentina y Nicaragua suelen respaldar la postura de Bolivia tras la crisis de 2019, mientras que Estados Unidos, Canadá, Colombia y Ecuador, entre otros, apoyan las conclusiones de la OEA.

El “caso” de Venezuela

La situación en Venezuela también salió a relucir en el penúltimo día de la asamblea general.

Brasil lo considera “el caso más paradigmático” de lo que hay que arreglar en la región.

“Es necesario que (el presidente) Nicolás Maduro demuestre su buena fe en el ámbito del proceso negociador” con la oposición encabezada por el dirigente Juan Guaidó, afirmó el canciller brasileño Carlos Alberto França.

Para Brasil, las elecciones regionales y municipales venezolanas del 21 de noviembre “serán cruciales para evaluar la credibilidad de este esfuerzo (...) Es un paso importante hacia las futuras elecciones presidenciales, que abre el camino para la restauración de la democracia en Venezuela”, dijo.

El hecho de que Venezuela esté representada en la OEA por un delegado de Guaidó, reconocido como presidente interino por más de 50 países, levanta ampollas entre algunos estados miembro.

México, Bolivia, Nicaragua, Argentina, Dominica, Antigua y Barbuda, Belice y Trinidad y Tobago insistieron en que Venezuela no es un estado miembro de la organización porque en 2017 presentó la solicitud formal para salirse de la OEA, que considera que el gobierno de Maduro es un “régimen ilegítimo”. Estiman, por lo tanto, que quien la representa “usurpa” el puesto.

Con información de la AFP.