Un parte de tranquilidad fue entregado este domingo por las autoridades de la ciudad de Quito, en medio de la tensión que se vive durante la jornada de segunda vuelta electoral en la que se elige entre Daniel Noboa y Luisa González el nombre del nuevo presidente de Ecuador.
El parte de las autoridades de Quito se dio a conocer con ocasión de la aparición de dos elementos que se presentaron como posibles elementos explosivos, que se ubicaron al interior de centros de votación, obligando al despliegue de los respectivos cuerpos especializados para su estudio.
No obstante, tras el análisis de estos elementos, se confirmó que las dos amenazas de eventuales artefactos explosivos en recintos electorales fueron descartadas.
El balance, según destacan medios locales de Ecuador, estuvo a cargo de Carolina Andrade, secretaria de Seguridad y Gobernabilidad de la Alcaldía de Quito, quien dio un parte de tranquilidad en medio de una convulsionada jornada, en la que las alarmas por eventual ocurrencia de actos atípicos está en su nivel más alto, más aún si se tiene en cuenta que durante el proceso electoral que hoy termina en Ecuador, se presentó el caso del asesinato del candidato Fernando Villavicencio.
Los artefactos descartados
Sobre los artefactos que habían encendido las alarmas de las autoridades, el balance de las autoridades precisó que el primero de las casos se presentó en inmediaciones del Instituto Nacional Mejía, en el centro de Quito, el cual fue denunciado a través de la línea de emergencias ECU 911.
El segundo de los casos tuvo lugar, según medios locales, en la Unidad Educativa ISM, en el sector conocido cómo Calderón, hasta donde llegaron los expertos en explosivos.
Tras el análisis y la tensión que ello despertó en la comunidad, que asistió a cumplir con su obligación ciudadana de sufragar, la funcionaria se pronunció para explicar que los dos eventos fueron descartados.
Con ese anuncio, la funcionaria también sentenció que el proceso electoral en la capital de Ecuador transcurre sin imprevistos, y que se aprestan para la jornada de la tarde, en la que --además-- se espera que los dos candidatos; Noboa y González acudan a la ciudad para recibir los resultados.
Para la presente jornada, han sido dispuestos cerca de 11.000 uniformados en todo el territorio de Ecuador, quienes tienen la tarea de garantizar la seguridad de los comicios claves para el futuro próximo de Ecuador, en tanto el ganador se convertirá en el sucesor de Guillermo Lasso y ejercerá el poder por lo que resta del mandato constitucional de este; es decir, hasta 2025.
En medio de la tarea de garantizar y vigilar de la seguridad de los presentes comicios, las autoridades de Ecuador han dispuesto el Puesto de Mando Unificado, el cual funciona desde las 6:00 a.m. de este domingo y se prevé que se extienda hasta el fin de los escrutinios, aproximadamente a las 10:00 p.m.
Además de garantizar la seguridad en la ciudad de Quito, el puesto de Mando Unificado se encarga durante la presente jornada de velar por el acatamiento de una serie de normas como la llamada “ley seca”.
De igual modo, el PMU vigila el cumplimiento de la no disposición de puestos de ‘comercio informal’ en las inmediaciones de los recintos de votación, como medida para preservar la seguridad.
De igual modo, desde allí se controla el tráfico de la ciudad, para disponer eventuales o necesarios cierres viales y cambios de ruta de los servicios de transporte público de la ciudad.
Pese a que las amenazas fueron descartadas, es importante apuntar que la jornada que vive Ecuador se desarrolla en medio de una tensa calma, más aún si se tiene en cuenta que los propios candidatos tuvieron que acudir a los puntos de votación respectivos portando su chaleco antibalas; una medida que incluso se extendió a algunos de sus colaboradores y familiares.
A las 5:00 de la tarde, cuando se cierren las urnas, comenzará un nuevo despliegue de autoridades, orientado a preservar la calma en momentos en que el país conozca los resultados electorales.
Otro de los hechos particulares que han opacado la presente jornada se presentó en la provincia de Sucumbíos, donde autoridades electorales denunciaron la presencia de un jurado de votación que llegó a cumplir con su deber alcoholizado y que, además, intentó influir en el resultado de las votaciones al haberse apropiado de unos kits de tarjetones para, después de marcarlos a favor de la candidata González, intentar depositarlos en las urnas.