Los resultados electorales en España darían de nuevo el mando a Pedro Sánchez, según han mencionado hasta ahora los analistas.
El actual presidente de España es formado en Economía, madrileño de nacimiento, con 51 años de edad y militante del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) desde la adolescencia. En junio de 2018, se convirtió en el presidente del gobierno de España. Impulsó un vasto abanico de reformas, como la subida de casi un 50 % del salario mínimo (pasó de 735 euros en 2018, a 1.080 en 2023); una reforma del mercado laboral destinada a reducir la precariedad o la ley que rehabilita la memoria de las víctimas de la Guerra Civil de 1936 y de la dictadura de Francisco Franco en 1939.
En relación con el incremento salarial aplicado por Sánchez, hay que recordar que en ese país, la jornada semanal es de 40 horas. El universo de beneficiados con la medida aplicada, para ese momento, fue de 2,5 millones de personas, de las cuales, una buena parte (1.920.000), trabajan con contrato de tiempo completo y el restante laboral en un tiempo parcial.
Las promesas de ahora
En medio de su campaña electoral, Sánchez dijo que, de ser el ganador, aprobaría una medida que va a hacer que el sector financiero tenga que prolongar durante siete años las hipotecas de todas las familias que tienen ingresos medios (hacia abajo), es decir, igual o inferior a 37.800 euros. La propuesta fue argumentada con la necesidad de liquidez de los hogares que están endeudados para tener una vivienda, puesto que, según sus cálculos, la medida liberará al menos unos 300 euros al mes para los deudores hipotecarios.
La política de vivienda ha sido una de las que más ha utilizado Sánchez en la campaña por mantenerse al mando. De hecho, la política de vivienda era una de las que más le echaba en cara su contrincante, Alberto Núñez Feijóo.
Sánchez, por su parte, prometió construir más vivienda pública, rehabilitar masivamente viviendas y facilitar la compra de vivienda a la población de jóvenes españoles.
En las propuestas económicas mencionadas, la necesidad de recursos públicos adicionales es innegable, mientras que Sánchez no mencionó incrementos generales en impuestos, que es la principal fuente de financiación de los Estados. Eso si, dejó entre las posibilidades la intención de evaluar la aplicación de un impuesto temporal a las grandes fortunas.
Propuestas económicas en todos los frentes
Desde el PSOE, partido al que pertenece Sánchez, se propuso una estrategia industrial a mediano plazo, proyectada hasta el 2030, la cual encajará con los caminos que se siguen en Europa, relacionados con la transición verde y el posicionamiento de la era digital.
En lo relacionado con las pensiones, la propuesta del actual presidente de España apunta a realizar un cambio en la Constitución, de manera que se logre blindar el poder adquisitivo de las pensiones, de manera que se incrementen con el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
También planteó reducir la brecha de género entre hombres y mujeres, en materia pensional e introducir alternativas de jubilación parcial y activa.
Además, en medio de la ola de la llamada energía verde, Sánchez propuso apostar por una ley que le permita avanzar en la instalación de energías renovables e impulsar tecnologías necesarias, para llevar a cabo la descarbonización. De hecho, habló de la generación de alrededor de 700.000 empleos asociados a la transición verde.