El presidente y candidato a la reelección Emmanuel Macron busca ganarse el voto de los musulmanes de Francia en la segunda vuelta de los comicios atacando a su rival, Marine Le Pen, por su propuesta de prohibir el velo islámico en público.
Aunque los sondeos dan una ligera ventaja para la segunda vuelta, el 24 de abril, a Macron, la batalla con Le Pen se anuncia más reñida y la candidata de extrema derecha podría dar la sorpresa.
Los analistas señalan que una de las razones del éxito de Le Pen es su imagen más moderada respecto a los anteriores comicios y una mayor cercanía para lidiar con problemas como el aumento de los precios.
Pero la candidata ultraderechista no abandonó su línea dura contra la inmigración y su oposición al velo islámico, ya que afirma que, de llegar al poder, las mujeres que lo lleven en público en Francia serán multadas.
Enfrente, Macron insiste en en que las políticas de Marine Le Pen no son diferentes de las del partido fundado por su padre, Jean-Marie Le Pen, el Frente Nacional (FN).
También se presentó como un defensor de la libertad religiosa, afirmando que la prohibición del velo significaría que, por mandato constitucional, se prohibieran también otros signos como la kipá judía y la cruz cristiana.
“¿Desean ser el primero?”
Durante una visita a la ciudad de Estrasburgo (este) el martes, Macron preguntó a una mujer que llevaba el velo si lo hacía por elección o por obligación.
“Es por elección. ¡Totalmente por elección!”, dijo la mujer, que se declaró orgullosa de ser feminista.
Macron le respondió, en una clara referencia a la medida de Le Pen: “Es la mejor respuesta a todas las tonterías que escucho”.
Y fue más allá el martes, durante una visita a la ciudad portuaria de Le Havre (norte): “No hay un solo país en el mundo que prohíba el velo en público. ¿Desean ser el primero?”.
Macron es consciente de la importancia del voto de los cerca de 5 millones de musulmanes de Francia, que serían alrededor del 9 % de la población.
Según un sondeo del instituto Ifop, el 69 % de los musulmanes votaron en la primera ronda por el tercer clasificado, el izquierdista Jean-Luc Mélenchon.
Y los votantes de Mélenchon son considerados fundamentales para ganar en la segunda vuelta.
Pero Macron también vivió momentos de tensión con los musulmanes de su país, y con líderes de otros países, por su posición respecto al islamismo.
Después de una serie de ataques a finales de 2020, reivindicados por islamistas radicales, el presidente criticó el llamado “separatismo islámico” en Francia y adoptó una serie de medidas para frenar su expansión.
Sin embargo, dos grupos musulmanes, la Gran Mezquita de París y la Congregación de Musulmanes de Francia, pidieron el viernes a sus fieles que votaran a Macron.
“Fuerzas malévolas se expresan hoy y piden proscribir a los musulmanes”, afirmó el rector de la Gran Mezquita, Chems-Eddine Hafiz, en un comunicado.
“Votemos por Emmanuel Macron”, añadió.
“No es verdad”
El debate también ha hecho que ambos candidatos se presenten como los abanderados del laicismo en Francia, donde, por ley, religión y Estado están separados.
“El velo fue impuesto por los islamistas”, dijo Le Pen en una entrevista en la cadena de televisión BFMTV el viernes, calificándolo de “uniforme”.
El mismo día, Le Pen se enfrentó a una mujer con velo durante una visita a la localidad de Pertius (sureste).
Le Pen afirmó que en “algunas zonas” de Francia, las mujeres que llevan el velo son “juzgadas y aisladas”.
“No es verdad, no es verdad”, le respondió la mujer, que reía con incredulidad, y que le dijo que su padre sirvió a Francia en el ejército durante 15 años.
Aunque siguieron discutiendo, Le Pen la saludó con afección y terminó la conversación en otro tono.
Pero, incluso entre sus partidarios, la línea dura divide.
“Es un error”, dijo Robert Ménard, alcalde de la ciudad de Béziers (sur). “No creo que sea posible” prohibirlo, apuntó.
*Con información de AFP