La candidata presidencial socialdemócrata Sandra Torres pidió a las autoridades electorales de Guatemala, “oficializar” los resultados de la primera vuelta de la elección presidencial de junio cuyo plazo de impugnación vence este sábado, pero fue frenado por una nueva acción legal.
“Si nos ajustamos a los plazos que fija la Corte de Constitucionalidad, hoy el Tribunal Supremo Electoral debe salir a oficializar a los dos partidos que vamos a la segunda vuelta”, señaló Torres en una rueda de prensa.
En las elecciones generales del 25 de junio, Torres (15,86%) y Bernardo Arévalo (11,77%) fueron los más votados entre los 22 aspirantes. El balotaje de las presidenciales será el 20 de agosto.
Los resultados fueron revisados a pedidos de varios partidos que denunciaron irregularidades.
El llamado de Torres fue en reacción a una resolución de la Corte Suprema de Justicia conocida la noche del viernes que ordenó al Tribunal Supremo Electoral (TSE) no oficializar los resultados de los comicios.
La resolución firmada únicamente por la presidenta de la Corte, Silvia Valdés, ordenó al TSE entregar un informe sobre el procedimiento que ha utilizado para la revisión de los resultados de las elecciones.
Ese informe fue entregado por el TSE en la madrugada de este sábado, pero la Corte Suprema debe dictaminar si ese procedimiento de revisión se efectuó de forma correcta y conforme a lo ordenado por la Corte de Constitucionalidad.
Torres insistió que el TSE “debería” oficializar los resultados, al temer que la situación “se puede salir de control por la falta de confianza que hay en el proceso”.
El recuento de las actas electorales de las elecciones se efectuó luego que la Corte de Constitucionalidad, máximo órgano de justicia de Guatemala, aceptó el amparo de forma provisional de nueve partidos de derecha que rechazaron los resultados de los comicios divulgados por el TSE.
Según distintas fuentes, incluidos varios partidos que pidieron la revisión, el resultado del recuento confirma a Torres, exesposa del expresidente Álvaro Colom (2008-2012), y a Arévalo, hijo del presidente reformista Juan José Arévalo (1945-1951), en el primero y segundo puesto.
La decisión del Constitucional fue criticada por Estados Unidos, la Unión Europea (EU), la Organización de Estados Americanos (OEA), Brasil y diversas organizaciones locales académicas, la Iglesia católica y organizaciones de defensa de los derechos humanos.
Este sábado un millar de estudiantes universitarios apoyados por otras organizaciones sociales de Guatemala, marcharon en la capital para exigir respeto a los resultados de las elecciones presidenciales.
Elecciones en Guatemala: HRW acusa a los perdedores de los comicios de “abusar” del sistema para impugnar resultados
La organización Human Rights Watch (HRW) ha instado a los partidos políticos e instituciones de Guatemala a respetar los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, ya que considera que “algunos de los perdedores” intentan “abusar del sistema judicial para obtener los resultados que no pudieron conseguir en las urnas”.
La Corte de Constitucionalidad suspendió el anuncio de los resultados electorales a raíz de la petición de varias formaciones, pese a que los observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la UE descartaron que hubiese irregularidades significativas en el proceso, que se saldó con el pase a la segunda vuelta de los candidatos Sandra Torres y Bernardo Arévalo.
El subdirector de HRW para las Américas, Juan Pappier, ha considerado “clave” que la comunidad internacional ponga el foco en Guatemala, “para proteger el derecho al voto en un país en el que queda poca independencia judicial y poco respeto por el Estado de Derecho”. La organización ha pedido que gobiernos latinoamericanos expresen públicamente su “preocupación”.
La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), que firma junto a HRW este llamamiento, ha dicho por boca de su responsable para América Central, Ana María Méndez-Dardón, que “pasar por alto el voto libre y justo de los guatemaltecos generaría una crisis política sin precedentes que ya no sólo pondría en peligro la democracia, sino que la socavaría”.
“Los gobiernos no deben permanecer en silencio; deben pronunciarse en apoyo de la democracia ahora que el derecho al voto está siendo amenazado”, ha advertido.
Con información de AFP y Europa Press