El economista Santiago Peña, del gubernamental Partido Colorado, encabeza el conteo de votos de las presidenciales de Paraguay, frente al líder liberal Efraín Alegre, en un proceso electoral marcado por las acusaciones de corrupción contra importantes dirigentes del oficialismo.

El conservador Peña, de 44 años, figura de primero con 43 % de los votos, frente a Alegre, que con una coalición de centro-izquierda obtiene 27 %, según el escrutinio de la autoridad electoral del 95% de las mesas.

Elecciones en Paraguay: abiertas oficialmente las urnas. | Foto: Twitter/ @TSJE_Py

“Gracias a quienes nos entregaron sus sueños, confiaron en este proyecto, depositaron sus esperanzas para que podamos estar mejor, y vamos a estar mejor”, señaló Peña.

En tercer lugar, figura Paraguayo Cubas, un exlegislador derechista antisistema, con 21,42%.

La elección presidencial, a una sola vuelta, se gana con la primera mayoría.

El Partido Colorado “en la adversidad sabe superar obstáculos para permanecer en el poder”, comentó a la AFP Roberto Codas, analista político y económico de la consultora Desarrollo Empresarial.

“En este caso le ayudó ‘Payo’ Cubas que quedó como tercera fuerza. Le sacó votos a ambas agrupaciones, pero los más perjudicados fueron los opositores de la Concertación”, sostuvo.

El ganador de esta elección sucederá a partir del 15 de agosto al presidente Mario Abdo Benítez por un periodo de cinco años.

El Partido Colorado ha gobernado a Paraguay durante la mayor parte de las últimas siete décadas, en dictadura y en democracia, con una sola interrupción durante el gobierno del izquierdista Fernando Lugo (2008-12), destituido en juicio político un año antes de terminar su mandato.

Alegre, tercer intento

El candidato opositor Efraín Alegre, un abogado de 60 años, se inició muy joven en la militancia política en contra de la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-89), una de las más largas de América Latina.

El candidato Alegre está en su tercera campaña. | Foto: Twitter/@OviedoFidel

Líder del Partido Liberal, parlamentario durante 15 años, exministro de Obras Públicas durante el gobierno del izquierdista Fernando Lugo (2008-12), es la tercera vez que se postula a la presidencia.

Si gana, ha sugerido que analizará las largas relaciones de Paraguay con Taiwán, que en su opinión “significan la pérdida de uno de los mercados más grandes, que es China”.

En 2013 perdió ante el rico empresario tabacalero Horacio Cartes, padrino político de su actual rival Peña y hoy bajo sanciones de Estados Unidos por “corrupción, incluido el soborno generalizado de funcionarios gubernamentales y legisladores” durante y después de su mandato.

En 2018 fue derrotado por Mario Abdo Benítez por 3,8%. “Las elecciones pasadas no pudimos ganar, aunque no perdimos”, dijo en esta semana en una entrevista con la AFP.

Además, sostiene que enfrenta al “modelo colapsado” del Partido Colorado. “Es el modelo de Horacio Cartes con su secretario Santiago Peña, el modelo que está sindicado como significativamente corrupto, vinculado al crimen organizado trasnacional, al lavado de dinero”, lanzó.

Alegre fue detenido 18 días en 2021 por una presunta falsificación de facturas del Partido Liberal, acusaciones que atribuyó a una “mafia político-judicial”.

Promete luchar contra la corrupción. “La corrupción nos roba por día seis millones de dólares. Eso significa más de 2.000 millones de dólares por año. No hay condiciones de exigir al sector privado cuando el sector público está robando”, dice.

Con base a una gran riqueza hidroeléctrica, con las centrales de Itaipú y Yacyretá (en condominio con Brasil y Argentina sobre el caudaloso río Paraná), propone reducir las tarifas de la energía para potenciar a las pequeñas y medianas empresas y generar empleo.

Nacido en el departamento de Misiones (sureste), es el octavo de 12 hermanos. Tiene cuatro hijos y está casado con Mirian Irún desde hace 31 años.

Y no quiere ni oír hablar de propuestas para legalizar el aborto o el matrimonio igualitario. “Yo estoy en contra del aborto. Todos estos temas están resueltos en la Constitución, están resueltos en la ley, no son tema de debate”, se indigna.

“Significativamente corruptos”

La campaña electoral se desarrolló en simultáneo con sanciones de Estados Unidos contra algunos de los más importantes líderes colorados, como el exmandatario Horacio Cartes (2013-18), un rico empresario tabacalero, presidente del partido y padrino político de Peña.

Este domingo Paraguay definió su nuevo presidente | Foto: Twitter/@EfrainAlegre

Designado en 2022 como “significativamente corrupto” por el Departamento de Estado, que le prohibió el ingreso a Estados Unidos, fue sancionado en marzo por el Tesoro.

“Estas acusaciones, por el momento en que salen, de algún modo convierten las elecciones en un plebiscito en contra o a favor de la corrupción”, opinó el analista político Sebastián Acha.

Paraguay, en el centro de América del Sur, es considerado como un lugar de tránsito de las drogas hacia Brasil y Argentina para su salida luego hacia Europa y Asia.

En 2022 fueron asesinados el fiscal antimafia Marcelo Pecci y el alcalde José Carlos Acevedo, en crímenes atribuidos al narcotráfico.

Aunque Paraguay tiene una de las economías de mayor crecimiento en América Latina -con una previsión de 4,5% del PIB para 2023, según el Fondo Monetario Internacional- la pobreza alcanza a 24,7%, con enormes desigualdades.

Peña ha propuesto crear 500.000 empleos. Alegre propugna incorporar al sector informal, que abarca a 40% de los trabajadores.

Entre Taiwán y Jerusalén

En la campaña se tocaron también polémicos temas de política exterior. Alegre dijo que de ganar analizaría la continuidad de los lazos diplomáticos de Paraguay con Taiwán, pues “significan la pérdida de uno de los mercados más grandes que es China”.

En tanto, Peña volvió a plantear el tema del reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, al anunciar su disposición a mudar nuevamente a esa ciudad la sede de su embajada, una medida que en consonancia con Donald Trump había tomado Cartes al final de su gobierno y que Abdo revirtió.

“El Estado de Israel reconoce a Jerusalén como su capital. La sede del Congreso está en Jerusalén, el presidente está en Jerusalén. Entonces ¿quiénes somos nosotros para cuestionar dónde ellos establecen su propia capital?”, dijo Peña a la AFP.

*Con información de AFP.