El resultado de las elecciones municipales en Venezuela estaba previsto. Todas las dictaduras celebran elecciones regularmente y en ellas inexorablemente triunfa por un enorme margen el gobierno. No son por tanto la prueba fehaciente de que en el país rige la democracia. Incluso en algunos casos se imparte la orden a algunos allegados al régimen para que voten en contra del gobierno, para así dar una imagen farisaica del juego democrático.Puede leer: Triunfo aplastante en municipales da impulso a Maduro en busca de reelecciónNo es sino examinar los resultados electorales en el tiempo de las dictaduras latinoamericanas en donde Trujillo, Somoza y Duvalier ganaban por márgenes que variaban entre el 90% y el 98% y observar ahora los que se dan en muchos países asiáticos y africanos. Entre otros, el sempiterno presidente Ilham Aliyev, de Azerbaiyán que ganó el último referendo por un 93%; Sadam Hussein que poco antes de su estrepitosa caída ganó por el 100% de los votos; el del “gran líder” Kim Jong-un de Corea del Norte, que también obtuvo el 100% de los votos. ¿Si mandó “cañonear” al ministro de defensa por dormirse en una reunión, que le sucedería alguno de sus “súbditos” sino no votara por él? Como si fuera poco, en Venezuela, Nicolás Maduro señaló inmediatamente después de conocer el resultado electoral, que los partidos que se abstuvieron de asistir al proceso no podrían participar en las elecciones presidenciales del próximo año. Por lo tanto, si sólo lo harán los mismos que concurrieron a las urnas el domingo, tiene asegurada su reelección indefinida. De todas maneras, para asegurarse, señaló que el mismo Consejo Nacional Electoral debía continuar en funciones indefinidamente. Recomendamos: ¿El ‘default‘ tumbará a Maduro?Debe señalarse que Maduro tuvo la habilidad de manejar las cosas en forma tal que, no solamente logró dividir a la oposición, sino que ahora presenta a su país y a su gobierno como un modelo de democracia participativa.Naturalmente que bajo la égida de unas fuerzas armadas que paulatinamente fue politizando, hasta el punto que para estas elecciones los mandos militares dieron instrucciones precisas de que cada integrante debía presentar una constancia firmada y sellada por el jefe del centro de votación, donde constara que ejerció el voto. Esa constancia debía entregarla el militar en la unidad a la cual pertenece.¿Es acaso imaginable que un soldado, oficial o suboficial no se presente la constancia? *Texto escrito por Julio Londoño. Ex canciller, ex embajador y profesor de la Universidad del Rosario.