El presidente ultraderechista de Brasil y candidato a la reelección, Jair Bolsonaro, afirmó este viernes que aceptará una eventual derrota en la segunda vuelta de las presidenciales el 30 de octubre siempre y cuando no se registre “nada anormal” durante el proceso de votación.
“Hoy todos dicen que mi aceptación (entre la gente) es mucho mayor que la de mi adversario (el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva). Pero dejemos a las urnas... dejemos esa cuestión con la comisión de transparencia electoral”, afirmó Bolsonaro durante una entrevista en vivo en el canal SBT, donde le preguntaron si aceptaría el resultado en caso de derrota.
“Si la comisión de transparencia, en la que también participan las Fuerzas Armadas, no presenta nada de anormal, no hay por qué dudar del resultado de las elecciones”, añadió el mandatario, un excapitán del Ejército que en los meses previos a la elección cuestionó en diversas ocasiones y sin pruebas la posibilidad de “fraude” a través de las urnas electrónicas utilizadas para votar en Brasil.
En el pasado, incluso amenazó con no reconocer los resultados en caso de perder ante el izquierdista Lula da Silva.
En una campaña que en la práctica empezó hace más de un año, Lula fue durante muchos meses el amplio favorito -en mayo marchaba 21 puntos adelante de Bolsonaro-, según el Instituto Datafolha.
Pero el mandatario ultraderechista acortó distancias y en la primera vuelta, el 2 de octubre, obtuvo el 43% de los votos, solo cinco puntos por debajo del líder del Partido de los Trabajadores (PT), una distancia mucho menor incluso de lo que anticipaban las encuestadoras.
En la recta final de la campaña, Bolsonaro redujo drásticamente sus cuestionamientos a las urnas y dirigió sus críticas hacia las encuestadoras, a las que acusa de “mentir” para favorecer a Lula.
Los sondeos siguen dando a Lula como favorito rumbo al balotaje, aunque por pocos puntos (49 % contra 45 % según Datafolha), por lo que ambos están esforzándose por conquistar a los electores indecisos (1 %) y quienes afirman que votarán en blanco o nulo (4 %), con actos en la populosa región sudeste y numerosas entrevistas en podcasts y redes sociales.
La entrevista en la que Bolsonaro participó este viernes, realizada en conjunto por los medios CNN Brasil, SBT, Estadão/Eldorado, Veja, Terra y NovaBrasilFM, sustituyó al que debía ser el segundo debate cara a cara entre ambos candidatos, al que Lula decidió no comparecer alegando “incompatibilidad con su agenda de campaña”, según los organizadores.
Autoridad electoral de Brasil aprieta las tuercas contra desinformación
El Tribunal Superior Electoral de Brasil (TSE) aprobó el pasado jueves una resolución que acelera la remoción de contenidos falsos o difamatorios, entre otras medidas de combate a la desinformación en la recta final de las presidenciales.
La proliferación de contenidos desinformativos se ha intensificado en las últimas semanas rumbo a la segunda vuelta electoral -el 30 de octubre-, en la que el presidente Jair Bolsonaro y el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva se enfrentan en una disputa reñida.
El TSE determinó este jueves que podrá exigir a las plataformas de redes sociales la remoción de contenidos considerados irregulares en un plazo de hasta dos horas, bajo pena de multa de entre 100.000 y 150.000 reales ( 19.000 a 28.000 dólares) por cada hora de incumplimiento.
“A partir de la (campaña para la) segunda vuelta, hubo una proliferación no solo de noticias fraudulentas, sino también de la agresividad de esas noticias, del discurso de odio”, dijo el presidente del TSE, Alexandre de Moraes.
Eso conduce a una “corrosión de la democracia. Por eso necesitamos procedimientos más rápidos”, añadió Moraes, que se reunió este jueves con los jefes de campaña de Lula y Bolsonaro, y la víspera con representantes de plataformas, entre ellos Facebook, Instagram y WhatsApp, Google, TikTok, Telegram y YouTube.
A pedido de los equipos de campaña, el tribunal ha ordenado la remoción de numerosos contenidos desde el inicio de la contienda electoral, incluidos videos que asocian a Lula con el aborto, las drogas, o que afirman que cerrará iglesias si gana la elección.
También suspendió las ganancias de cuatro canales bolsonaristas en YouTube, en el marco de una investigación sobre un posible “ecosistema de desinformación” que involucraría al concejal Carlos Bolsonaro, uno de los hijos del presidente, actor central de su campaña.
Asimismo, el TSE acató pedidos de la campaña de Bolsonaro para retirar del aire propagandas de Lula que asociaban a Bolsonaro con el canibalismo y la pedofilia.
*Con información de AFP