En las últimas horas de este 10 de julio se conoció un escándalo que involucra a la empresa estadounidense de transporte privado Uber y a reconocidos líderes políticos de Europa, según lo reveló el diario británico The Guardian.
El hecho concierne a una infiltración de 124.000 documentos denominados como “el archivo Uber”, que fueron transmitidos al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) y sus medios colaboradores, 42 en total, en donde, al parecer, “se burló de las leyes, engañó a la Policía, explotó la violencia contra los conductores y presionó en secreto a los gobiernos durante su agresiva expansión global”, conforme el medio informó.
Fueron cinco años en los que su cofundador, Travis Kalanick, forzó el servicio de su plataforma, incluso violando las leyes que regían a los taxis en las ciudades. Por lo que para lograr su objetivo, se reunían con primeros ministros, alcaldes, y ministros de hacienda o economía, como sucedió con el actual -y reelegido- presidente de Francia, Emmanuel Macron.
“La filtración también contiene textos entre Kalanick y Emmanuel Macron, quien ayudó en secreto a la empresa en Francia cuando era ministro de Economía, permitiendo que Uber tuviera acceso frecuente y directo a él y su personal”, afirma el diario.
“Macron, el presidente francés, parece haber hecho todo lo posible para ayudar a Uber, e incluso le dijo a la compañía que había negociado un “acuerdo” secreto con sus oponentes en el gabinete francés”, continúa la publicación del diario británico.
El diario francés Le Monde, por su parte, se interesó en las relaciones entre la empresa estadounidense y Macron, cuando era ministro de Economía entre 2014 y 2016. Y fueron ellos, quienes concluyeron que existía un “acuerdo” secreto entre ambos, con reuniones en el despacho del ministro y numerosos intercambios (reuniones, llamadas o SMS) entre los equipos de Uber France y Emmanuel Macron o sus asesores.
La investigación apunta a ciertas prácticas diseñadas para ayudar a Uber a consolidar su posición en Francia, como sugerir que la empresa presentase enmiendas “preparadas” a los diputados.
Preguntada por la AFP, Uber France confirmó que hubo reuniones con el actual mandatario, pero que eran encuentros que “estaban dentro de sus responsabilidades como ministro de Economía y Asuntos Digitales que supervisa el sector VTC”.
El Elíseo indicó a la AFP que Macron, cuando era ministro de Economía, se vio “naturalmente llevado a discutir con muchas empresas implicadas en la profunda transformación de los servicios que se ha producido a lo largo de los años mencionados, que debía ser facilitada por la eliminación de ciertas barreras administrativas o reglamentarias”.
Al respecto, varios diputados de la izquierda de su país denunciaron y criticaron este domingo las relaciones entre el gigante mundial del transporte y el presidente galo. De otra parte, Panot, presidenta del grupo parlamentario de Francia Insumisa (izquierda radical), denunció en Twitter un “saqueo del país”.
Macron era a la vez “asesor y ministro de François Hollande y lobista de las multinacionales estadounidenses que pretenden desregular permanentemente la legislación laboral”, añadió.
El líder del Partido Comunista, Fabien Roussel, se refirió a “revelaciones abrumadoras sobre el papel activo desempeñado por Emmanuel Macron, entonces ministro, para facilitar el desarrollo de Uber en Francia, en contra de todas nuestras normas, de todos nuestros logros sociales y de los derechos de los trabajadores”.
Uber responde
En respuesta, desde Uber señalan que “no hemos puesto ni pondremos excusas por los comportamientos pasados que claramente no son coherentes con nuestros valores actuales”. “Pedimos que nos juzguen por lo que hemos hecho en los últimos cinco años y por lo que haremos en los próximos años”, remarcan.
Así, reconocen los “errores cometidos en la gestión de Uber antes de 2017″ y reivindican los cambios que suponen “una de las mayores revoluciones empresariales de la historia de Estados Unidos” en palabras de la directiva de Uber Jill Hazelbaker.
Además, la empresa defiende que desde el principio su “objetivo” fue “trabajar de manera transparente con los gobiernos para encontrar formas de modernizar o crear nuevas leyes que dieran cabida a las nuevas alternativas de transporte”.
*Con información de AFP y Europa Press.