Casi 24 horas después de que la ciudad ucraniana de Kramatorsk fuera escenario de un bombardeo, el excomisionado colombiano de Paz, Sergio Jaramillo, y el escritor, Héctor Abad Faciolince, entregaron nuevos detalles sobre el ataque que presenciaron y del cual afortunadamente solo tuvieron lesiones leves.
En una transmisión en vivo de Instagram para #AguantaUcrania, ambos hicieron nuevas precisiones sobre los momentos de pánico que invadieron a quienes departían en el restaurante Ria Pizza, punto recurrente de encuentro para periodistas y personal humanitario. El balance más reciente de las autoridades da cuenta de diez víctimas mortales y más de cincuenta heridos.
“Llegamos en un ambiente festivo, de fin de jornada y es exactamente lo contrario de lo que uno se imaginó”, dijo Jaramillo. Sobre el momento de la agresión, relató que “de repente se escuchó un sonido seco, muy fuerte, diferente a las explosiones clásicas. Empieza todo a volar por los aires, una de las vigas me cayó a mí en el muslo”.
“Varias de las muertes, entiendo, son de personas que quedaron sepultadas con el impacto del misil (...). Empiezan a sonar las alarmas, a oírse los gritos y la gente a correr de un lado para otro. Yo tiendo a no exaltarme, observar qué se puede hacer, pero sí temía mucho de lo que uno ve en cine y pasa una escena como esta... Así lo sentimos nosotros”, agregó.
La primera reacción tras el ataque
El excomisionado de paz reveló que su reacción inicial, tras ser conscientes de que estaban en medio de un bombardeo, fue mirar “a Héctor (Abad) que estaba tirado y tenía como unas manchas que parecían sangre, (...) no estaba herido. Volteé inmediatamente a mi vecina, a Victoria Amelina (escritora ucraniana) que estaba sentada exactamente junto a mí. (...) La golpeó atrás en la nuca algún objeto cortante y ella está en cuidados intensivos”.
Antes de percatarse sobre la gravedad de las lesiones, los colombianos (que también estaban junto a la periodista Catalina Gómez) no observaron, en principio, a la ucraniana con sangre u otro signo de lesión, pero cuando ella no respondía comprendieron que algo grave estaba pasando. “Me sacaron de ahí los ucranianos, no entendía. Gritos de miedo, de dolor, gritos de socorro, te llevaban a inspeccionarte y a decirte que te hicieras más lejos porque podía caer otra bomba”, señaló por su parte Abad Faciolince.
En respuesta a SEMANA, durante la transmisión en vivo ya mencionada, el escritor colombiano descartó que tanto él como Sergio Jaramillo permanezcan en ese país durante los próximos días. El siguiente paso será tomar otro rumbo, inicialmente hacia Polonia, donde cruzarán a pie como han tenido que hacer cientos de ucranianos.
“Yo estoy aturdido”
“Nuestra misión de solidaridad de información tal vez llegó hasta unas profundidades excesivas que no nos esperábamos. Sergio está cojeando mucho, con mucho dolor. Yo estoy aturdido. Al amanecer de mañana esperamos estar llegando a la frontera con Polonia para irse Sergio a su casa; y yo, a Colombia”, puntualizó.
Al retomar los posibles motivos del ataque, Abad condenó la respuesta de Rusia de justificar su accionar en tener puntos militares ucranianos como objetivo. Según agregó, varias zonas, que como ese restaurante estaban llenas de civiles, podían tener también presencia de uniformados. “Querían matar militares, pero también a los corresponsales que dan las noticias, atemorizar (a la población civil)”, concluyó.
Entre las víctimas mortales que dejó el bombardeo de este martes, las autoridades ucranianas incluyeron a tres menores. Como parte de las decenas de heridos, se reportó un niño que nació el año pasado. “Diez personas murieron y 61 resultaron heridas por el ataque ruso en Kramatorsk”, comunicó más temprano la Policía en Facebook.