Las autoridades de Indonesia han indicado este lunes que las labores para reflotar el submarino hundido con 53 personas a bordo frente a las costas de Bali han comenzado.
Confirmaron que el Gobierno chino ha enviado dos buques a la zona para ayudar con las operaciones. En un comunicado, la Marina agradeció la ayuda ofrecida por Pekín y confirmó que los buques Nantuo-195 y Yong Xing Dao-863 ya están en aguas indonesias.
Los barcos cuentan con la tecnología necesaria para llevar a cabo operaciones de reflote a una profundidad de hasta 4.500 metros. Los restos del navío fueron hallados fragmentados en tres grandes piezas a una profundidad de unos 800 metros.
La marina indonesia publicó en días pasados un video de la tripulación del submarino que naufragó frente a Bali, cantando a bordo del sumergible hace solo algunas semanas.
Este video, filmado a bordo del hundido KRI Nanggala 402, en cuyo naufragio murieron sus 53 tripulantes, muestra a los marinos cantando ‘Sampai Jumpa’, una canción popular indonesia cuyo título significa “adiós”.
Quien fuera el comandante del submarino, Heri Oktavian, aparece reunido con el grupo, cerca de uno de sus subordinados que toca la guitarra.
“No estoy pronto para extrañarte, no estoy pronto para dejarte”, cantan a coro. “Te deseo lo mejor”, añaden.
El video fue filmado como mensaje de despedida al excomandante de las fuerzas submarinas indonesias, cuyo sucesor asumió el cargo a comienzos de marzo, indicó a la AFP el portavoz de las fuerzas armadas, Djawara Whimbo.
El submarino, uno de los cinco de la flota indonesia, desapareció el miércoles cuando se aprestaba a participar en maniobras frente a Bali.
Las fuerzas armadas indonesias anunciaron el domingo que habían encontrado al sumergible fragmentado en tres partes, a más de 800 metros de profundidad y que toda su tripulación había muerto.
Los “mejores patriotas”
El presidente de Indonesia, Joko Widodo, había descrito a los marinos desaparecidos como los “mejores patriotas”.
“Todos los indonesios expresan su profunda tristeza por este accidente, especialmente a los familiares de la tripulación del submarino”, agregó el presidente.
Las autoridades no han dado aún una explicación oficial del accidente, pero sostienen que el submarino pudo haber sufrido un masivo fallo eléctrico que impidió a la tripulación volver a la superficie.
Yudo Margono, jefe de la Marina indonesia, había descartado, no obstante, una posible explosión, al estimar más probable que el submarino se descompusiera por la presión del agua a profundidades superiores a 800 metros, por encima de su límite de resistencia.
“Los cascos de los submarinos están presurizados (...) pero cuando se rompen el agua invade el interior”, explicó Wisnu Wardhana, un experto marítimo en el Instituto de Tecnología del Sepuluh Nopember de Indonesia.
El vicealmirante francés retirado Jean-Louis Vichot explicó a la AFP que el casco de acero del submarino podría haberse quebrado “como un acordeón” al alcanzar profundidades superiores a su límite.
Contacto perdido
El submarino, uno de los cinco que tenían las fuerzas armadas de Indonesia, se sumergió temprano el miércoles durante los ejercicios militares previstos en el norte de la isla de Bali. El contacto se perdió poco después.
Según la Marina, el submarino, entregado a Indonesia en 1981, estaba en buenas condiciones para el servicio. Pero este tipo de submarino está diseñado para soportar una presión de solamente hasta 300 o 400 metros de profundidad.
Según los expertos, un derrame de petróleo detectado en la zona en la que se hundió hacía temer una posible ruptura del depósito, o incluso una fractura del submarino
Hasta ahora, Indonesia no había tenido incidentes graves relacionados con submarinos, pero otros países sí que fueron escenario de tragedias de este tipo.
Una de las más conocidas ocurrió en 2000, cuando el submarino nuclear ruso “Kursk” se hundió cuando hacía maniobras en el mar de Barents con 118 tripulantes a bordo.
Uno de los torpedos explotó y provocó la destrucción de todo el depósito de municiones. Un total de 23 marinos sobrevivieron a la deflagración pero murieron ya que no fueron socorridos a tiempo.
En 2017, el submarino de la flota argentina San Juan, con 44 tripulantes, desapareció a unos 400 km de la costa argentina.
Una explosión submarina fue registrada cerca de su última posición.
*Con información de Europa Press y AFP