A solo un día de que Liz Truss renunciara como primera ministra británica, la conservadora Penny Mordaunt confirmó que se medirá en la campaña política. Es una cuenta regresiva, pues se espera que el nombre de quien resulte elegido se conozca a más tardar el 28 de octubre.

“Soy candidata para ser la jefa del Partido Conservador y primera ministra, para unir a nuestro país, concretar nuestros compromisos y ganar las próximas elecciones legislativas”, fue el anuncio hecho a través de Twitter. Allí agregó que le “ha alentado el apoyo de colegas que quieren un nuevo comienzo, un partido unido y liderazgo en el interés nacional”.

La jornada anterior, y a minutos de que se conociera la dimisión de Truss, empezaron a escucharse nombres de su posible sucesor. Entre ellos figura el exprimer ministro, Boris Johnson, así como quien encabeza la cartera de Finanzas, Jeremy Hunt, Rishi Sunak (quien participó en la última contienda) y; finalmente, Penny Mordaunt.

Días decisivos en Reino Unido

Cuando Liz Truss fue elegida, el proceso duró aproximadamente dos meses, un lapso que el Parlamento se ha fijado reducir y tener una decisión para finales de octubre. La primera tarea de los candidatos será conseguir el respaldo de por lo menos cien diputados, un índice muy por encima del que se estableció para reemplazar en su momento a Johnson (20).

En cuanto a previsiones, la cadena internacional BBC sitúa al exministro de Finanzas, Rishi Sunak, con un apoyo superior a los 40 diputados, seguido de Boris Johnson con 23 y finalmente Mordaunt, quien se calcula alcance los 16.

¿Volverá o no Boris Johnson?

Lo cierto es que la carrera política está avanzando con discreción, pues nadie más ha oficializado su intención de participar. Incluso, Johnson se ha mantenido en silencio aún cuando algunos de sus compañeros le han pedido de forma abierta que regrese.

Su potencial retorno mantiene las posiciones divididas, pues recientes escándalos como las fiestas en Downing Street (cuya presión lo llevó a dimitir) se mantienen aún presentes en buena parte de la oposición. Sin embargo, el respaldo también es evidente: el ministro de Empresas, Jacob Rees-Mogg, fue uno de los primeros. De hecho, empezó a apoyar una campaña en redes sociales con el #BringBackBoris (trae de vuelta a Boris).

“Genial ver al Secretario de Estado de Negocios @Jacob_Rees_Mogg comprometiéndose con #BringBackBoris. Solo Boris tiene un mandato del público. Solo Boris tiene las decisiones importantes correctas. Solo Boris puede cumplir la promesa de subir de nivel. Solo Boris puede ganar las próximas elecciones”.

A Rees-Mogg se sumó el secretario de Defensa, Ben Wallace, quien dejó claro además que no le interesa participar por esa vacante.

“Ahora que el Partido comienza el proceso de búsqueda de un nuevo líder, me gustaría dejar constancia de que no permitiré que mi nombre se presente como candidato. Tengo el privilegio de ser el Secretario de Defensa del Reino Unido y la amenaza actual requiere estabilidad en ese cargo”.

Ahora el tiempo es lo que menos se está intentando perder en suelo británico porque, independientemente de quien resulte elegido, la tarea no está fácil: el Partido Conservador está marcado por divisiones, mientras el país se sumerge en una crisis económica con la inflación alcanzando puntos históricos.

*Con información de Europa Press y AFP.