Cientos de miles de moscovitas marcharon el lunes para recordar a las víctimas de la guerra contra la Alemania nazi. Y este año muchos creen que Rusia vuelve a luchar contra el fascismo, esta vez en Ucrania.
Cada 9 de mayo, fecha de la victoria soviética en la Segunda Guerra Mundial, los rusos se reúnen en masa portando los retratos de sus antepasados que lucharon entonces, en una marcha conocida como Regimiento Inmortal.
Esta marcha estuvo encabezada por el propio presidente ruso Vladimir Putin, que sostenía una foto de su padre.
Taisia Chepurina, de 81 años, viuda de un combatiente que participó en la batalla de Stalingrado, estaba allí este lunes, con una fotografía en sepia de su marido en la mano.
Para ella, no hay duda de que la ofensiva rusa en Ucrania está justificada, ya que los nazis ucranianos están “disparando contra nuestros soldados”.
“Putin lo está haciendo muy bien en política, bravo, se está asegurando de que nuestros chicos no mueran, de que se riegue la menor cantidad de sangre posible, me inclino ante él”, dijo con una reverencia, haciéndose eco de los argumentos de los medios oficiales.
Tras el desfile de carros de combate, sistemas antimisiles y enormes misiles balísticos sobre el asfalto, la enorme multitud del Regimiento Inmortal recorrió las principales calles de Moscú. Los “hurras”, un grito militar, se oían en la comitiva con gente de todas las edades.
La historia se repite
Pequeñas orquestas cantaron canciones soviéticas y se distribuyó sopa para calentar a la multitud, que desafiaba el viento y la lluvia.
“Nadie podía imaginar que 77 años después las fuerzas fascistas resucitarían, que las fuerzas nazis exterminarían a los civiles, cortarían los cuerpos de los rusos en pedazos”, dijo a la AFP Anastasia Rybina, una economista de 37 años, convencida de que “la historia se repite”.
Oksana Buranova, una empresaria inmobiliaria, vestida de pies a cabeza con un uniforme militar junto a su hija adolescente, está de acuerdo. “Nuestros abuelos murieron por esto, y hoy el fascismo ha renacido”, dice, asegurando que “en Occidente, mucha gente está mal informada”.
Sin embargo, los organizadores originales del Regimiento Inmortal, una iniciativa independiente que data de 2012 y que ha sido recuperada por las autoridades rusas, se desvincularon del evento, criticando la ofensiva en Ucrania. El mes pasado dijeron que era imposible “asociarse con lo que está sucediendo”.
En el centro de Moscú, lleno de banderas rojas y acordonado por la policía, el fervor de los participantes en la marcha contrastaba con la moderación de los que habían visto el desfile militar por la mañana.
Entre la multitud, algunas personas tenían una “Z”, expuesta en pancartas y banderas. Esta letra se ha convertido en un símbolo de apoyo a la ofensiva contra Ucrania, ya que adorna los vehículos de las fuerzas armadas rusas en el frente.
Apoyar a Putin
Algunas personas vinieron de lejos para participar en la marcha. Alexéi Karpinsky, de 34 años, vino especialmente de Bielorrusia, un aliado de Rusia que prestó su territorio al ejército de Moscú. “Mi sueño desde la infancia era venir con mi familia. Estoy lleno de emoción”, dijo este hombre con chaqueta de cuero negra, afirmando que “aún queda trabajo por hacer para sofocar” el nazismo.
Andréi Tikhomirov, un empresario de 49 años, explicó que participaba “por primera vez porque siento la necesidad de apoyar a nuestro presidente”. “Nunca he votado por él, pero este es el momento. Todos los rusos deberían estar allí”, proclamó, juzgando que “el nazismo se ha acercado” a las fronteras rusas.
*Con información de la AFP.
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