Aunque el número de fallecidos se redujo por segundo día consecutivo, en el Reino Unido la cifra de personas muertas por coronavirus superó el lunes las 5.000, anunciaron las autoridades sanitarias británicas.
"5.373 de las personas hospitalizadas en el Reino Unido que dieron positivo al coronavirus han fallecido", informó el ministerio de Sanidad. Esto representa un aumento de 439 respecto al domingo, día en que se registraron 621 víctimas mortales (708 el sábado).
La cifra se conoce en momentos en el que el primer ministro Boris Johnson se ha visto obligado a ingresar en un hospital "por precaución" debido a que los síntomas que presentaba de covid-19 no mejoraban.
El coronavirus ha afectado a personajes importantes de la política británica. El ministro de Salud, Matt Hancock, el príncipe Carlos o el propio primer ministro son algunos de los personajes diagnosticados con esta enfermedad. El primer ministro del Reino Unido fue diagnosticado de la enfermedad el pasado 27 de marzo y ha estado dirigiendo al Gobierno desde su hogar en Downing Street.
"Bajo las recomendaciones de su médico, el primer ministro ha ingresado en un hospital para que se realicen pruebas", indicó el portavoz oficial del jefe de Gobierno en un comunicado. Downing Street, que hasta ahora ha señalado que Johnson había desarrollado "síntomas leves", subraya que no se trata de un ingreso de "emergencia" y que el primer ministro muestra, entre otros síntomas "temperatura alta". Su esposa, Carrie Symonds, de 32 años, al parecer también habría sufrido esta enfermedad, pero tras una semana, los síntomas han desparecido en ella. El ingreso del premier británico se produce en un día clave para el Reino Unido. Este domingo se confirmaron 621 nuevas muertes y casi 6.000 nuevos contagiados, lo que hace que el total de muertes pase los 5.000 en el país y el de infectados sobrepase los 47.000. La reina Isabel II también se dirigió a la nación, en un discurso histórico por lo inusual, para pedir ánimos en lucha contra la pandemia de covid-19.
Boris Johnson fue duramente criticado al comienzo de la crisis de coronavirus debido a su propuesta para afrontar la cuarentena de forma pasiva. Johnson cambió de parecer una vez vio un informe donde se predijo que hasta un cuarto de millón de personas podrían morir en Reino Unido por la enfermedad. La teoría de Johnson de desarrollar una "inmunidad colectiva" pasó a la historia. La quinta economía mundial comenzó, entonces, un confinamiento nacional en el que se cerraron los principales establecimientos del país y se instó a la población a permanecer en casa el máximo tiempo posible.