En Islandia, cuna de las epopeyas vikingas, la escritura goza de una gran popularidad entre toda la población, incluidos los dirigentes políticos. La primera ministra Katrín Jakobsdóttir acaba de publicar su primera novela.
Reykjavík, que es el nombre de la novela y además de la capital de Islandia, es una novela policial de 345 páginas escrita con uno de los autores islandeses más famosos del país: Ragnar Jónasson.
“Obviamente, no es algo que pensé que tenía tiempo de hacer”, bromeó Jakobsdóttir a la AFP durante el acto de lanzamiento de la novela.
Una de cada diez personas en Islandia publica un libro
En esta isla del Atlántico norte, una de cada diez personas publica un libro a lo largo de su vida. En el caso de la actual primera ministra, de 46 años, y que asumió el cargo en 2017, la idea de crear una novela policíaca surgió durante una comida a inicios de 2020. El proceso de escritura tardó dos años.
“Creo que cada político necesita tener algo para dar aire al espíritu de la vida política diaria”, apuntó.
Uno de sus antecesores, David David Oddsson, publicó también una novela cuando estaba en el cargo en 1997.
La actual primera ministra ejerció antes como ministra de Educación, Ciencia y Cultura. Como primera ministra, Katrín ha llevado a cabo una novedosa política de promoción de la industria creativa como medio para contrarrestar los efectos de la crisis económica financiera.
Terapia
“Al inicio me sorprendió que aceptara esta propuesta porque está muy ocupada”, admitió Ragnar Jónasson, el coautor de la primera ministra.
“Teníamos que programar las llamadas y planificar reuniones entre los momentos en los que se reunía con Boris Johnson (ex primer ministro británico) y Emmanuel] Macron (presidente francés)”, recordó el autor.
“Para mí fue bastante surrealista trabajar en ese ambiente”, confesó el hombre, que ha vendido más de tres millones de ejemplares de sus libros en todo el mundo.
Acostumbrado a escribir en solitario y controlar plenamente la narración, el novelista se alegró por esta nueva experiencia.
Para la jefa de Gobierno, las novelas policiales tienen una virtud terapéutica.
“Las leí toda mi vida, entonces es como si estuvieran un poco en mi ADN”, admite, como para justificar su pasión por la escritura. Jakobsdóttir tiene un diploma de literatura.
Recuerda a Agatha Christie
Reykjavík, que se traducirá en inglés y francés, trata de un crimen no resuelto: la desaparición de una adolescente en Videy, una pequeña isla frente a la capital islandesa.
El caso cae en el olvido durante 30 años y resurge cuando un periodista local decide investigar.
La novela tiene lugar en 1986, año en el que la capital islandesa festeja sus 200 años y aparecen las primeras televisiones y radios privadas. También es el año en que el país acoge una histórica cumbre entre los dirigentes estadounidense y soviético, Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov.
“Pensamos que todos estos acontecimientos crearían el mejor contexto para una historia”, explicó Jónasson.
La historia logró seducir a los críticos. “Es una lectura muy agradable, está bien escrito y bien documentado”, afirmó Egill Helgason, quien presenta un programa literario en la televisión pública.
“Recuerda un poco a Agatha Christie (...) Es un misterio, no es una historia de terror llena de sangre”, subraya el crítico de 62 años.
Pero para su primera novela, la funcionaria espera “duras” críticas. “Creo que puedo afrontarlo, tengo experiencia como política, así que estaré bien”, sonríe.
Islandia es un país cuya población no es mayor a 366.000 habitantes, es parte de la OECD, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y mantiene un estado de bienestar.
*Con información de la AFP.