El Senado de Florida aprobó este martes una ley para prohibir la enseñanza de asuntos relacionados con la orientación sexual o la identidad de género en las escuelas primarias, una decisión que, según sus detractores, podría perjudicar a la comunidad LGTBI en ese estado del sureste de Estados Unidos.

El texto, aprobado ahora en las dos cámaras estatales de mayoría republicana, tiene que ser refrendado por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, que ya ha expresado su apoyo a la iniciativa.

La oposición demócrata y los activistas LGTBI han tratado de frenar un proyecto al que llaman “Don’t Say Gay” (“No Digas Gay”) y que se aplicará desde el parvulario hasta el tercer grado, donde los alumnos suelen tener ocho o nueve años.

La ley prohíbe también la enseñanza de asuntos sobre la orientación sexual o la identidad de género “de una manera no apropiada a la edad o al desarrollo de los estudiantes”. Una formulación que, según sus críticos, podría extender el alcance del texto a alumnos de más edad.

Los republicanos afirman, sin embargo, que el proyecto no prohíbe las charlas espontáneas entre los profesores y sus estudiantes, sino que impide la inclusión de lecciones sobre el tema en el programa escolar.

El secretario estadounidense de Educación, Miguel Cardona, criticó este martes la medida. “Los líderes de Florida han decidido que las leyes basadas en el odio y en la discriminación tengan prioridad sobre el hecho de que los estudiantes se recuperen de la pandemia”, tuiteó.

El gobernador de la Florida, Ron De Santis | Foto: Copyright 2021 The Associated Press. All rights reserved

La ONG Equality Florida, que defiende los derechos de la comunidad LGTBI, acusó a los legisladores de “aliarse con las enfurecidas turbas que lanzaban improperios anti-LGTBI a quienes no pedían más que un lugar seguro para ir a la escuela sin tener que ocultar quiénes eran”.

El voto en el Senado había llevado en los últimos días a cientos de estudiantes a protestar ante la sede del Parlamento en Tallahassee (norte).

Los republicanos del estado libran desde hace meses una batalla para que los padres tengan un mayor poder de decisión sobre la educación de sus hijos.

“Vamos a asegurarnos de que los padres puedan enviar a sus hijos a la guardería sin que se les inyecten algunas de estas cosas en el plan de estudios”, declaró DeSantis el lunes en una rueda de prensa.

La batalla educativa se centra también en la Teoría Crítica de la Raza, una doctrina que propone estudiar el pasado esclavista y de segregación del país como origen del racismo actual.

La Cámara de Representantes de Florida aprobó el 24 de febrero una ley para prohibir la enseñanza de asignaturas centradas en la raza en los planes de estudio.

Esta polémica decisión, según sus detractores, podría perjudicar a la comunidad LGTBI en ese estado del sureste de Estados Unidos.

Veto al aborto

El Senado de Florida votó también el pasado jueves a favor de una ley para vetar los abortos después de 15 semanas de gestación, la última de una serie de iniciativas para restringir el acceso a las interrupciones voluntarias del embarazo en estados gobernados por los republicanos.

La ley reduce el plazo para que las mujeres aborten de 24 a 15 semanas de gestación. Las únicas excepciones contempladas son si el aborto es necesario para salvar la vida de la madre o si el feto tiene una anomalía mortal.

La oposición demócrata había intentado el miércoles, sin éxito, la aprobación de enmiendas para que se incluyeran excepciones en caso de violación, incesto o tráfico humano.

La nueva ley –que obtuvo 23 votos a favor y 15 en contra en el Senado– imita un texto similar aprobado en Misisipi y que la Corte Suprema de Estados Unidos está evaluando, aunque en diciembre sugirió que lo ratificaría.

*Con información de la AFP.