En redes sociales se han viralizado las fotografías de la extraña cría que unos jóvenes pescadores en Indonesia encontraron dentro de un tiburón que, en días pasados, capturaron con sus redes de pesca en el mar de las islas Molucas. De hecho, el sorprendente hallazgo abrió un debate sobre la crisis ambiental que se vive en ese país debido a la pesca de estos animales.
Andy Goin, uno de los pescadores, relató en Yahoo News Australia que tras capturar al tiburón encontraron dentro de su estómago a tres crías, pero una de ellas era particularmente exótica y les causó asombro. Era una especie de bebé tiburón albino con un solo y enorme ojo. “Su color también era extraño, como la leche”, mencionó el joven de 29 años al portal.
Adicional a esto, Andy Goin compartió una publicación en Facebook con algunas fotografías del extraño animal, en las que también se puede detallar que tenía sus aletas completamente formadas. Sin embargo, los pescadores confirmaron que cuando encontraron al bebé tiburón ya estaba muerto.
De inmediato, reportaron su hallazgo ante la oficina marina local y las autoridades se presentaron en el lugar para conocer de qué se trataba. Según estas, las características físicas de la cría responden a una afección conocida como ciclopía, es decir, una deformidad congénita que se manifiesta durante el desarrollo del embrión y genera que se forme un solo ojo en lugar de dos.
Por otro lado, el color blanco de su cuerpo es por el albinismo, que se produce cuando el tiburón produce bajas cantidades de melanina, sustancia responsable de la pigmentación.
La noticia del bebé tiburón albino y cíclope desató varias reacciones en Indonesia y el mundo. Una preocupante cifra de la revista española XL Semanal señala que más de 10.000 tiburones son capturados cada año en ese país, mientras que aproximadamente 100 millones son capturados alrededor del mundo. El objetivo principal es comercializar las aletas de la espalda y la cola, que podrían venderse a buenos precios.
Amenazas sobre las especies raras
A principios del mes de octubre, un estudio publicado en la revista Nature Communications señaló que las especies de animales raras están cada vez más amenazadas por el cambio climático y la actividad humana. A su vez, indicó que el papel de estos es clave para la preservación de los ecosistemas.
El tití de cabeza amarilla de Brasil, el canguro arborícola de Queensland australiano, el kakapo (el único periquito del mundo que no vuela), forman parte de las más de 4.600 especies de mamíferos terrestres y de las 9.287 aves clasificadas como “ecológicamente raras” por este estudio inédito.
Los autores de este trabajo colosal, que se apoya en el análisis de datos a escala mundial (“big data”), realizaron además una cartografía precisa que tiene en cuenta el criterio de rareza geográfica y, por primera vez, el de “rareza funcional”.
Se trata de un papel único que desempeñan algunos animales en el funcionamiento de un ecosistema debido a sus características, como el tamaño, la alimentación, el hábitat. Por ejemplo, el Ariane de Lucy, un colibrí endémico de Honduras, que solo existe en cuatro zonas del país, contribuye sustancialmente a la polinización cuando se alimenta de néctar.
*Con datos de AFP