El Gobierno de Corea del Sur investiga, a partir de reportes de medios estadounidenses, la salud del mandatario norcoreano Kim Jong-un, quien estaría en condiciones delicadas de salud después de una cirugía. Según la agencia de noticias AP, funcionarios del Ministerio de Unificación y de los servicios de inteligencia de Corea del Sur dijeron que no podían confirmar el reporte por el momento.
La cadena CNN, que afirma que Estados Unidos también monitorea esa información, atribuyó la noticia a un funcionario estadounidense no identificado que dijo que Kim estaba en “grave peligro” después de una cirugía no especificada. El Ministerio de Unificación surcoreano dijo, por su parte, que no podía confirmar otro reporte del diario Daily NK, que citó fuentes anónimas para reportar que Kim se recuperaba de una cirugía de corazón en Pyongyang y que su condición estaba mejorando. Las conjeturas sobre la salud de Kim comenzaron después de que faltara a la celebración de su difunto abuelo y fundador del país Kim Il-sung, el pasado 15 de abril, luego de que se le viera cuatro días antes en una reunión pública.
De hecho, el Gobierno de Corea del Norte publicó el 11 de abril una imagen del mandatario, quien asistió ese día a una sesión del politburó del Partido de los Trabajadores de Corea, en la ciudad de Pyongyang. CNN dijo que se comunicó con tres organismos estadounidenses para ampliar la información: la CIA, el Consejo de Seguridad Nacional y el Departamento de Estado, pero no recibieron ningún comentario oficial. El régimen norcoreano controla cualquier tipo de información sobre Jong-un e incluso se desconoce su año de nacimiento, aunque se cree que tiene más de 30 años. Por eso, para la inteligencia estadounidense es todo un reto obtener información sobre el estado de salud del líder político, que asumió el poder del país asiático en 2011, tras la muerte de su padre. Con información de la AP.