Luego de pasar 68 años en la cárcel quedó en libertad Joseph Ligon, quien era considerado el reo que más tiempo llevaba en prisión en los Estados Unidos. El hombre de 83 años, quien fue condenado cuando tenía 15, finalmente abandonó el centro penitenciario Phoenix en el condado de Montgomery, Pensilvania.
De acuerdo con las autoridades estadounidenses, Joseph Ligon ingresó a prisión en 1953 por su participación en robos y asaltos armados que dejaron dos víctimas mortales y seis heridos por arma blanca. En aquel momento, el hombre aceptó haber participado en los hechos pero, según él, no mató a ninguna de las víctimas mortales. Sin embargo, fue condenado a cadena perpetua.
En 2017 se moderó su sentencia y le redujeron a 35 años el tiempo mínimo que tenía que cumplir, luego de que la Corte Suprema de EE.UU. estableciera que las cadenas perpetuas automáticas para niños eran una crueldad, tal como ocurrió con Ligon.
Tras el pronunciamiento de la Corte, un gran número de presos solicitaron la libertad condicional, aunque Ligon no lo hizo, debido a que esta medida suponía seguir siendo vigilado por las autoridades.
“Me gusta ser libre (...) Con la libertad condicional, tienes que ver a los supervisores de vez en cuando. No puedes salir de la ciudad sin el permiso de los funcionarios de la libertad condicional. Eso es parte de la libertad para mí”, dijo en su momento Ligon.
Por lo tanto, siguió luchando junto a su abogado Bradley Bridge por lograr su libertad completa. Su defensa argumentaba que la cadena perpetua contra su cliente era inconstitucional, porque la sentencia para un menor de edad debía ser individualizada, según cada caso particular.
En medio del proceso, en noviembre de 2020 una jueza del Distrito Este de Pensilvania Anita B. Brody ordenó que el hombre fuera sentenciado de nuevo o puesto en libertad en un período de 90 días, tal como terminó ocurriendo el pasado jueves.
Mientras Joseph Ligon quedó en libertad después de 68 años, el mundo conoció recientemente la historia de Eduard Seleznev, de 51 años, conocido como el Caníbal de Arkhangelsk, quien fue condenado a cadena perpetua en Rusia tras ser hallado responsable de asesinar, cocinar y comerse partes de los cuerpos de tres de sus amigos.
Entre los años 2016 y 2017 en la ciudad rusa de Arkhangelsk se reportó la desaparición de tres personas de 59, 43 y 34 años. Se trataba de los amigos del caníbal.
En medio de ese periodo, los investigadores lograron establecer que Eduard Seleznev se había mudado a la vivienda de uno de los desaparecidos y le aseguraba a su familia que su compañero de apartamento se había marchado a trabajar a otra ciudad.
En medio del proceso investigativo, las autoridades rusas hallaron en dicha vivienda algunos restos en avanzado estado de descomposición y cortados de tal forma que dificultó inicialmente su identificación. Sin embargo, la policía ya empezaba a tener indicios de qué había pasado.
Acorralado, Seleznev confesó que había apuñalado a sus amigos -que inicialmente habían sido reportados como desaparecidos-, luego de que se desmayaran de tanto tomar alcohol. Narró ante el Tribunal que hirvió los cuerpos y utilizó los restos como comida, y otras partes las arrojó en bolsas plásticas a un río.
Además, en su frío y cruel relato reveló que sus hábitos alimenticios incluían también gatos, perros, pájaros y otros animales que cazaba en las calles.
En medio del juicio, el hombre intentó argumentar que padecía problemas mentales y que todo lo había hecho tras seguir “unas voces” que rondaban su cabeza. Sin embargo, los psiquiatras forenses no le creyeron y lo declararon “cuerdo y plenamente responsable de sus actos”.
Luego de evaluar las pruebas, la Corte Suprema de Rusia decidió que Seleznev deberá cumplir la cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Medios internacionales aseguran que el caníbal ya había pagado una condena de 13 años de cárcel por doble asesinato.