Los letales incendios en Hawái y la catastrófica marejada ciclónica del huracán Idalia fueron factores para que Estados Unidos impusiera un nuevo récord de desastres climáticos que dejaron al menos 1.000 millones de dólares en daños. Y aún quedan cuatro meses para que se acabe un calendario repleto de calamidades.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) anunció el lunes que, en los primeros ocho meses del año, se han registrado 23 eventos meteorológicos extremos que han costado al menos 1.000 millones de dólares cada uno, dejando atrás la marca previa de 22 durante todo 2020. Hasta ahora, los desastres de este año han tenido un costo superior a los 57.600 millones de dólares y han causado al menos 253 muertes.
Y el conteo de la NOAA aún no incluye los daños por la tormenta tropical Hilary en California y la intensa sequía que ha azotado las regiones sur y centro-norte del país, debido a que aún no se contabiliza el total, indicó Adam Smith, climatólogo y economista de la NOAA responsable del recuento de catástrofes con 1.000 millones de dólares en daños.
“Estamos viendo las huellas del cambio climático por todo nuestro país”, dijo Smith en una entrevista el lunes. “No esperaría que la situación se desacelere pronto”.
La NOAA ha estado dando seguimiento a los desastres climáticos con daños de 1.000 millones de dólares en Estados Unidos desde 1980 y ajusta el costo de los daños a la inflación. Lo que sucede refleja un incremento en el número de catástrofes y la construcción de más zonas en ubicaciones propensas a riesgos, indicó Smith.
“La exposición, más la vulnerabilidad, más el cambio climático, se traducen en más desastres de 1.000 millones de dólares”, explicó Smith.
La NOAA añadió ocho nuevos desastres de 1.000 millones de dólares a la lista que publicó hace un mes. Además de Idalia y los incendios en Hawaii que dejaron al menos 115 muertos, la NOAA integró la granizada del 11 de agosto en Minnesota; tormentas intensas en el noreste de Estados Unidos a principios de agosto; tormentas severas en Nebraska, Missouri, Illinois, Indiana y Wisconsin a finales de julio; granizadas y tormentas intensas a mediados de julio en Michigan, Wisconsin, Ohio, Tennessee y Georgia; inundaciones en el noreste del país y en Pensilvania durante la segunda semana de julio; y un conjunto de tormentas intensas a finales de junio en Missouri, Illinois e Indiana.
Recientemente Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 7 de septiembre como el Día Internacional del Aire Limpio, tema que hace parte del cambio climática que tiene gran impacto, esta conmemoración cuya finalidad es reformular las acciones que cada país realiza en pro de mantener una buena calidad de aire en su territorio, la cual es una seña concisa del compromiso de sus gobernantes hacia su población.
Asimismo, en esta fecha se dan a conocer informes muy importantes sobre la calidad del aire a nivel global, además del impacto que ha tenido la contaminación en zonas de alto riesgo. Se elaboran también compromisos que cada uno de los estados debe cumplir para evitar un cataclismo climático que ponga a la humanidad en un riesgo de extinción sin retorno.
*Con información AP.