Las autoridades de Estados Unidos aprobaron una posible venta de tanques y otros equipos militares por valor de 6.000 millones de dólares a Polonia, informó el Departamento de Estado, en pleno aumento de las tensiones en Europa del Este.

La venta de 250 tanques, vehículos y otras municiones, que aún requiere la aprobación del Congreso, ayudaría a Polonia a “hacer frente a las amenazas actuales y futuras” en Europa, según el comunicado.

“Esta propuesta de venta fortalecerá la política exterior y la seguridad nacional de Estados Unidos al ayudar a mejorar la seguridad de un aliado de la OTAN, que es un elemento de estabilidad y progreso económico en Europa”, dijo en un comunicado de prensa el gobierno estadounidense.

El secretario de Defensa, Lloyd Austin, anunció la venta prevista a su homólogo polaco, Mariusz Blaszczak, con quien se reunió en la mañana del viernes 18 de febrero en Varsovia.

Ante la amenaza de una invasión rusa a Ucrania, Estados Unidos aumentó en las últimas semanas el suministro de armamento a Kiev y desplegó varios miles de soldados adicionales en Europa del Este.

Los últimos despliegues, unos 4.700 soldados adicionales, elevan la presencia militar estadounidense en Polonia a unos 10.000 soldados.

Esta nueva venta de armas y equipo militar “no alterará el equilibrio militar fundamental en la región”, dijo el Departamento de Estado en su comunicado de prensa.

Además de los 250 tanques de asalto Abrams, en su más reciente versión, se aprueba la venta de 26 tanques de auxilio, cientos de ametralladoras pesadas, equipos contra minas y artefactos explosivos, miles de municiones y equipo auxiliar. Las principales empresas beneficiarias del contrato son General Dynamics y BAE Systems.

El gobierno polaco anunció esta compra el pasado mes de julio, saludando en especial la adquisición de los tanques Abrams, “los más modernos del mundo”.

Mientras las tensiones se siguen presentando en territorio europeo, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, durante la apertura de la conferencia anual sobre seguridad en Múnich, en la que participan numerosos dirigentes internacionales, afirmó que sería “catastrófico” que la crisis entre Rusia y Ucrania degenerara en guerra.

Vista la “concentración de tropas rusas en torno a Ucrania, estoy profundamente preocupado por el aumento de tensiones y de especulaciones sobre un conflicto militar en Europa”, afirmó Guterres.

Si esto ocurriera, sería “catastrófico”, insistió, subrayando que no debería haber “alternativa a la diplomacia”.

Dirigentes de alto nivel se reúnen en Múnich desde el viernes 18 de febrero hasta el domingo 20 de febrero para una serie de encuentros sobre la defensa y la seguridad.

Esta conferencia anual tiene lugar en plenas tensiones entre Moscú y los países occidentales, que temen que las tropas rusas se preparen para invadir Ucrania.

Entre los participantes, figuran la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, su secretario de Estado, Antony Blinken, los principales jefes de la diplomacia de la Unión Europea, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. Rusia, normalmente presente en esta reunión, no envió representantes este año.

Con información de AFP