Ecuador vive desde este domingo largos apagones ante la peor sequía de los últimos 61 años, que también ha derivado en problemas agrícolas, afectación del suministro de agua potable y cientos de incendios forestales. Los racionamientos se producían entre las ocho de la mañana y las cinco de la tarde en 19 de las 24 provincias, incluidas Carchi (fronteriza con Colombia, norte) y las seis amazónicas (cinco de ellas limítrofes con Perú), indicó la Presidencia en el comunicado inicial.
“El domingo, al mediodía, después de evaluar la situación hídrica de la región, el país y cada provincia, se anunciarán las medidas complementarias que sean necesarias”, agregó. El estiaje ha llevado a niveles críticos embalses de centrales hidroeléctricas que cubren un 70 % de la demanda nacional.
Pero el Gobierno había previsto nuevos apagones entre lunes y jueves de esta semana, que debían darse por sectores entre las 10 de la noche y 6 de la mañana. La noche del miércoles, Ecuador ya suspendió el servicio eléctrico por hasta seis horas en ese mismo horario, pero para dar mantenimiento al sistema de transmisión.
La situación se recrudeció luego de que el pasado domingo, doce de las veinticuatro provincias del país registraron apagones entre las ocho de la mañana y las cinco de la tarde, siendo advertidos con muy pocas horas de antelación. La Presidencia apuntó que los cortes de energía apuntan a “precautelar los recursos hídricos” disponibles luego de 71 días de ausencia de lluvias. Todo mientras varios barrios de Quito también viven cortes de agua.
Ante la sequía, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) se instaló el jueves en sesión permanente y declaró en alerta roja a 15 provincias como la andina Pichincha, cuya capital es Quito. El organismo resolvió este sábado extender la alerta roja, que permite la priorización de recursos para enfrentar la emergencia, a otras cuatro provincias.
La Cámara de Comercio del puerto de Guayaquil (suroeste y núcleo comercial) estima que la nación pierde unos 12 millones de dólares por cada hora de apagón. “Durante los apagones registrados a principios de año, las pérdidas superaron los 1.440 millones de dólares (1,4 % del PIB)”, señaló el gremio hace dos semanas.
Debido al estiaje o la acumulación de sedimentos en los diques por torrenciales lluvias que no han sido permanentes durante este año, así como por un “error humano”, Ecuador ha sufrido otros racionamientos en 2024. En abril hubo cortes de hasta 13 horas al día.
Así mismo, desde enero el fuego ha arrasado unas 35.000 hectáreas de vegetación y deja 11 heridos y unos 45.000 animales de granja muertos. “Estamos por debajo del mínimo histórico (hídrico) en los últimos 61 años y por eso el COE (Comité de Operaciones de Emergencia) ha dispuesto la alerta roja en 20 de las 24 provincias”, dijo el funcionario al canal Teleamazonas.
Aunque las empresas distribuidoras de energía presentaron su programación para los cortes, el lunes el cronograma no se cumplía, con retrasos en las suspensiones o servicios que no fueron cortados en algunos sectores de Quito. El fin de semana se registraron lluvias en el sur del país, con lo que el nivel del embalse de la hidroeléctrica Mazar –la más importante de Ecuador– aumentó 40 centímetros. Sin embargo, las autoridades insisten en que el cambio es insuficiente.
*Con información de la AFP.