Nueva York, que ha sido siempre uno de los mayores focos de inmigración de Estados Unidos y del mundo, afronta por estos días una grave crisis ante el desbordamiento de esta población, tanto en la ciudad como en el estado homónimo donde se encuentra.
El mejor reflejo de esta difícil situación es que los esfuerzos de la ciudad y el estado por ofrecer más albergues a estas personas no han sido suficientes. Estos se encuentran abarrotados.
Uno de los factores que ha contribuido a este preocupante cuadro es que los inmigrantes se quejan de que no tienen empleo, lo que los obliga a permanecer en los albergues públicos o, simplemente, convertirse en habitantes de la calle.
En el último año, han llegado a Nueva York unos 100.000 indocumentados.
Al respecto, la gobernadora del estado, Kathy Hocul dio este lunes una buena noticia y es que se han identificado 18.000 empleos disponibles para los inmigrantes, ofrecidos por unos 400 empleadores dispuestos a darles una oportunidad a todos aquellos que cuenten con un permiso de trabajo en Estados Unidos.
El pasado 24 de agosto, Hochul decidió tomar el toro del desempleo por los cuernos y les solicitó a los funcionarios del Departamento del Trabajo que rastrearan las vacantes disponibles para los expatriados.
El objetivo es ayudarlos a ubicarse y descongestionar así los refugios, una situación que se ha vuelto tan seria que, acosado por el flujo constante de solicitantes de asilo, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, impuso un límite de 30 días a la permanencia de inmigrantes adultos en albergues administrados por la ciudad para aliviar las presiones sobre el sistema maltrecho y disuadir a otros migrantes que quieran acudir.
Los defensores de migrantes e indigentes no tardaron en calificar la medida de innecesaria y cruel.
Pero el alcalde dijo que se trata de “un paso más en nuestros esfuerzos para ayudar a los solicitantes de asilo a dar el paso siguiente en sus travesías”.
Adams, anunció las nuevas medidas después que, a mediados de agosto, el gobierno de Joe Biden revelara que otorgará el estatus de protección temporal a cientos de miles de venezolanos que arribaron antes del 31 de julio. Esto les permitirá obtener más rápidamente la autorización para trabajar en el país.
La decisión del gobierno federal era deseada desde hace tiempo por Adams y los alcaldes de otras grandes ciudades, cuyos sistemas de albergues ceden bajo la tensión del número de inmigrantes de los que deben ocuparse y que crece a diario.
“Agradecemos el apoyo que hemos recibido hasta ahora de nuestros socios estatales y federales, pero tenemos más de 60.000 solicitantes de asilo a nuestro cargo. Sin ayuda adicional, nos veremos obligados a seguir tomando decisiones difíciles”, dijo Adams en su anuncio.
De los más de 60.000 migrantes a cargo de la ciudad, la cuarta parte es de origen venezolano. Desde abril-mayo del año pasado, han llegado más de 116.000 migrantes de la frontera con México.
En julio, Adams había puesto un límite de 60 días a la permanencia en los albergues, lo que según sus detractores viola un fallo judicial que obliga a la ciudad a brindar refugio a quien lo pida.
En mayo, Adams por decreto mitigó las normas municipales del derecho al refugio, lo que es ahora objeto de una pugna legal. La gobernadora Kathy Hochul, demócrata como Adams, respaldó al alcalde. Dijo en una entrevista con CNN que el derecho al refugio nunca fue concebido como “un derecho universal ilimitado ni una obligación de la ciudad de alojar literalmente al mundo entero”.
“Esto solo sigue poniendo en peligro a personas que literalmente tratan de establecer su nueva vida y que deben atravesar por problemas y complicaciones adicionales”, dijo Murad Awawdeh, director ejecutivo de la Coalición de Inmigración de Nueva York, en un comunicado.
Los defensores de migrantes han presionado durante mucho tiempo a las autoridades de la ciudad para que proporcionen vales de vivienda para los inmigrantes y financie esfuerzos para establecer soluciones más duraderas y permanentes, como ampliar el número de viviendas asequibles de la ciudad, algo especialmente difícil, dado que los precios inmobiliarios de antemano hacen que vivir en la ciudad de Nueva York sea un desafío para muchos.
*Con información de AP.