Estados Unidos y Reino Unido evacuaron al personal de su embajada en Jartum y otros países les siguen el paso este domingo para sacar a sus ciudadanos de Sudán, donde los sangrientos combates entre el ejército y los paramilitares entraron en su segunda semana.
La violencia en este país del noreste de África, de unos 45 millones de habitantes, se desató el 15 de abril entre el ejército del general Abdel Fatah al Burhan, gobernante de facto de Sudán desde el golpe de 2021, y su rival, el general Mohamed Hamdane Daglo, líder de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
Los enfrentamientos tienen lugar esencialmente en Jartum, la capital, y en la región de Darfur, en el oeste del país. Más de 420 personas murieron y 3.700 resultaron heridos hasta ahora, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El papa Francisco pidió que ambos bandos en disputa retomasen el diálogo ante la “grave” situación que vive el país. Dos treguas acordadas previamente en la semana no lograron detener los choques. La violencia ha desplazado a decenas de miles de personas hacia otras zonas de Sudán, y a los vecinos Chad y Egipto.
Varios países como Francia, Italia o Turquía empezaron además a evacuar a sus ciudadanos en delicadas operaciones por vía terrestre, aérea o marítima.
Videos grabados por AFP mostraban a decenas de vehículos de Naciones Unidas saliendo de la capital hacia Puerto Sudán, una ciudad a orillas del mar Rojo, de donde salieron el sábado 150 personas fletadas por Arabia Saudita. AFP no pudo verificar en lo inmediato quién estaba a bordo de los convoyes.
“Evacuación compleja y rápida”
Francia lanzó una “operación de evacuación rápida”, anunció el Ministerio de Relaciones Exteriores el domingo. La operación incluye a ciudadanos europeos y de países aliados. También Italia indicó que trataba de sacar a sus ciudadanos atrapados en el país, al igual que Turquía, que se vio obligado a interrumpir su operación ante una explosión cerca del lugar de encuentro en el barrio de Kafuri, en el norte de Jartum.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, informó que el ejército de su país procedió a una “evacuación compleja y rápida” de los diplomáticos británicos y sus familias. En una publicación en Twitter, Sunak subrayó que la evacuación se llevó a cabo en un “contexto de escalada de violencia y de amenazas en contra del personal de la embajada”.
Estados Unidos también evacuó a su personal gubernamental de Jartum con helicópteros, señaló horas antes el presidente Joe Biden en un comunicado. Washington suspendió además temporalmente las operaciones de su embajada.
Los encarnizados combates entre las fuerzas de los dos generales en el poder no dan tregua. Los tiroteos se intensifican en la capital y sus alrededores, según testimonios recogidos por AFP. Aviones de combate sobrevuelan la zona mientras van avanzando los blindados paramilitares.
Los ataques ya destruyeron u obligaron a cerrar un “72% de los hospitales” en las zonas de combate, alertó el sindicato de médicos. En las calles, los enfrentamientos dejan sus marcas. Algunas farolas yacían el domingo sobre el suelo, mientras algunas tiendas incendiadas seguían sacando columnas de humo.
Habitantes atrincherados
Para el investigador Hamid Jalafallah, “pedir corredores seguros para evacuar a los extranjeros sin pedir al mismo tiempo el fin de la guerra sería terrible”. “Los actores internacionales tendrán menos peso cuando hayan abandonado el país: hagan lo que puedan para irse con seguridad, pero no dejen a los sudaneses atrás sin protección”, pidió.
En Jartum, con una población de 5 millones, el conflicto dejó a los civiles aterrorizados refugiados en sus casas. Muchos temen un recrudecimiento de la violencia. Los extranjeros atrapados entre los combates, carecen de agua y electricidad, mientras las reservas de alimentos se van agotando. Las redes de internet y teléfono funcionan de manera intermitente.
La primera evacuación fue posible por un declive en los combates el viernes, primer día de la fiesta del Aíd al-Fitr, que marca el fin del mes sagrado musulmán del Ramadán. La disputa entre Burhan y Daglo surgió de los planes de integrar las FAR al ejército regular, un requisito clave del acuerdo para restaurar la democracia en Sudán tras el golpe militar que depuso al gobernante autocrático Omar al Bashir en abril de 2019.
El Programa Mundial de Alimentos advirtió que millones de personas más podrían sufrir hambre debido a la violencia, en el tercer país más grande de África, donde un tercio de la población necesita ayuda humanitaria.
Con información de AFP.