Las horas pasan y todavía no hay información sobre el sumergible Titán, que desapareció este domingo. Según informaron la autoridades, la comunicación con el vehículo marítimo se perdió sobre las 4:00 de la madrugada, menos de dos horas luego de que hubiese empezado la exploración con cinco tripulantes.
En medio de la angustia y tareas contra el tiempo, equipos de Estados Unidos y Canadá multiplicaron sus esfuerzos para encontrarlo cuanto antes y llevar a la superficie a sus ocupantes. Sin embargo, expertos han reconocido las complicaciones para hallar al grupo de expedición, como olas entre uno y dos metros.
Francia se sumó a las labores de búsqueda y envió un robot, de acuerdo con lo anunciado este martes. El encargado fue el instituto francés de investigación marina Ifremer, que desvió su buque Atalante, equipado con el artefacto hacia el Atlántico Norte.
También se desplegaron ya dos aviones, un C-130 estadounidense y un P8 canadiense cargado con un sonar capaz de detectar submarinos, según los guardacostas. Los restos del Titanic están a casi 4.000 metros de profundidad.
Características del submarino extraviado
El sumergible es operado por OceanGate Expeditions y empezó su descenso, en la jornada anterior, hasta los 3.800 metros de profundidad. Su hallazgo es una tarea contrarreloj porque tiene reserva solo para 96 horas y hasta este domingo en la tarde se calculaba que contaba con el 70 % de su capacidad. Entre las personas a bordo está el aviador inglés Hamish Harding.
En una reciente actualización los Guardacostas estadounidenses dijeron que al sumergible le restan “unas 40 horas” de oxígeno” y, de momento, los trabajos de socorro no han dado resultados.
En su cuenta de Instagram, el también empresario había expresado su entusiasmo por formar parte del recorrido. “Estoy orgulloso de anunciar finalmente que me uní al @oceangateexped para su misión RMS TITANIC como especialista en el submarino que se dirigía al Titanic. Debido al peor invierno en Terranova en 40 años, es probable que esta sea la primera y única misión tripulada en 2023. Se acaba de abrir una ventana climática y mañana intentaremos bucear”, dijo Harding.
Un sumergible como este es un tipo de submarino, aunque de movilidad más reducida y cuya capacidad para permanecer bajo el agua tiene limitaciones. Generalmente se emplean para misiones científicas y exploraciones en el lecho marino.
Respecto a Titán, su objetivo era observar de cerca los restos de la embarcación naufragada en 1912.
Se calcula que el costo de ese tipo de viajes puede alcanzar los 250.000 dólares y, según informa CNN, el viaje empieza con un trayecto de 400 millas hasta la zona donde el barco se hundió hace más de un siglo. Este vehículo marítimo tiene forma de tubo, mide 6,7 metros de largo por 2,8 de ancho y su velocidad es de 5,5 kilómetros por hora.
¿Cuáles son las posibilidades?
Así como las exploraciones espaciales se han convertido en un hito durante los últimos años, con las visitas acuáticas ha pasado lo propio (a esto se suma el interés de turistas por tener esas vivencias, usualmente limitadas). “Hay un apetito por ese tipo de experiencias (...). Puedes llevar a cabo mucha exploración e investigación científica con vehículos dirigidos a distancia”, dijo a AFP Stefan Williams, conocedor de robótica submarina.
Según dijo ese experto, una de las posibilidades (en el mejor de los escenarios) es que el sumergible se haya quedado sin energía o perdido la forma de comunicarse. Si fue así, el sistema de emergencia lo lanzaría hacia la superficie; en caso contrario, pudo haberse hundido hasta lo más profundo del mar.
Aunque Williams comentó que habían artefactos capaces de sumergirse hasta 6.000 metros, subrayó la principal dificultad en este momento: el tiempo tanto para llegar a la zona en que naufragó el Titanic como para bajar.
*Con información de AFP.