En video quedó registrado un curioso hecho en una heladería ubicada en Rosario, Argentina, cuando un hombre se disponía a robar el establecimiento comercial sin darse cuenta de que los trabajadores del lugar responderían de una forma sorpresiva.
Unas empleadas de la heladería evitaron que el ladrón hiciera de las suyas al entrar con un arma falsa e intentara robar la caja registradora del concurrido lugar. Cuando el delincuente había obtenido lo que quería, una mujer lo golpeó y esperó a que llegara la Policía.
En las imágenes se puede observar como el ladrón abordó a la cajera con un arma, la cual apoyó a un costado de la caja registradora mientras le pedía el dinero, hasta que en un descuido al intentar salir de la heladería las empleadas emprendieron contra él para retenerlo.
Los hechos tuvieron lugar el pasado domingo 18 de febrero, en un establecimiento ubicado en bulevar Rondeau al 2400, en el barrio de Alberdi, según Radioeme, quien aseguró que los hechos quedaron grabados por las cámaras de seguridad de la heladería.
Al descubrir que el arma era falsa, los empleados decidieron hacer justicia por cuenta propia y lanzarse contra el ladrón para evitar que escapara, golpeando con puños y patadas al delincuente, dejándolo tendido en el suelo.
En ese momento una de las trabajadoras logró recuperar el dinero que fue devuelto por el mismo ladrón, mientras explicaba que esta era la primera vez que robaba y lo hacía porque tenía hambre, “déjame ir te lo pido, por favor”, dijo el hombre que pretendía salir antes de que llegara la policía.
“El muchacho saludó nervioso, se acercó y sacó el arma mientras le pedía la plata a mi compañera”, recordó en diálogo con Alberto Lotuf, en Siempre Juntos por Cadena 3 Rosario, la empleada que logró evitar el robo.
“La semana pasada le había pasado a otra. Esta impunidad me tiene cansada, entonces, simplemente se me pasó por la cabeza agarrarlo”, agregó.
Efectivos de la policía llegaron al lugar y detuvieron al hombre, abriendo una investigación por “tentativa de robo calificado”. Las autoridades lograron identificar al ladrón como J.C., de 33 años de edad.
“Le dije que entendía la situación, pero si no entiende las consecuencias de sus actos, no va a poder salir adelante nunca”, dijo la empleada, llamada Jésica, según recoge Cadena 3.