Un volcán entró en erupción en la península de Reykjanes, una región del sudoeste de Islandia, que desde el 18 de diciembre ya ha registrado tres fenómenos de esta naturaleza. Las autoridades detallaron que la columna de humo y cenizas asciende hasta unos tres kilómetros de altura.
“A las 05:30 a.m., un pequeño sismo empezó a intensificarse al noreste de Sýlingarfell. Unos 30 minutos más tarde, una erupción comenzó en la misma zona”, dijo la oficina meteorológica islandesa (IMO).
“Durante los primeros minutos, la fisura se extendió hacia el norte y el sur”, dijo el organismo, que ha recalcado que “a partir de los primeros informes del vuelo de vigilancia de la Guardia Costera, la erupción tiene lugar en la misma área que la registrada el 18 de diciembre”.
En su último informe, este instituto pronosticaba una erupción inminente, esta es la sexta erupción volcánica en dos años en este país insular nórdico. Por su parte, Defensa Civil de Islandia ha reseñado en un breve mensaje en su cuenta en la red social Facebook que “no será posible ir hoy a Grindavík” debido a las condiciones provocadas por la erupción en el cráter de Sundhnuk.
La última ocurrió el 14 de enero cerca de Grindavík, un pequeño municipio de 4.000 habitantes que había sido evacuado en noviembre por precaución. Con 32 sistemas activos, este país de fuego y hielo es la zona más volcánica de Europa.
Las autoridades de Islandia advirtieron el 2 de febrero sobre una posible nueva erupción, tras modelos de cálculo basados en datos de GPS habían determinado que se había acumulado una cantidad estimada de 6,5 millones de metros cúbicos de magma bajo la zona de Svartsengi, cercana a Grindavík.
La península de Reykjanes fue escenario de una erupción volcánica en diciembre. A mediados de enero se volvió a registrar una fisura desde la que comenzó a emanar lava cerca de la mencionada localidad de Grindavík, cuya población tuvo que ser evacuada.
A mediados de enero, el volcán entró en erupción cerca de Grindavík y se abrieron dos grietas, una de ellas muy cerca de una zona habitada, según la Oficina Meteorológica de Islandia (IMO).
El flujo de lava llegó hasta el pueblo pesquero y provocó el incendio de tres viviendas vacías.
Los cerca de 4.000 habitantes de Grindavík fueron evacuados en la madrugada del domingo, pocas semanas después de haber vuelto a sus hogares después de que las autoridades decretaran el traslado de la población el 11 de noviembre debido a cientos de sismos.
Con información de AFP y Europa Press*