La situación de la mujer en Afganistán continúa convirtiéndose en lo que se había temido en 2021, cuando el Gobierno talibán recuperó el poder del país, sacando a Estados Unidos del territorio y a la misma administración nacional. Pues bien, durante las últimas semanas se ha venido informando, una tras otra, nuevas restricciones en contra de la población femenina en cuanto a educación y trabajo, argumentando lo mismo: el supuesto “mal uso” del velo en los diferentes escenarios.

Así entonces, aunque las organizaciones internacionales han hecho presión para que paren y se reversen este tipo de normativas, el gobierno talibán han dejado en claro que aunque puedan retomar los debates en privado, no hay mucha esperanza en que esta población regrese a tener las libertades que las mujeres habían recuperado tras la intervención estadounidense en el territorio nacional.

Entre tanto, se informó este jueves 29 de diciembre que, el titular de la oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asistencia Humanitaria (OCHA), Martin Griffiths, viajará dentro de poco a Afganistán para reunirse con el Gobierno talibán y discutir sobre el veto a las mujeres en organizaciones no gubernamentales (ONG), con el objetivo de mediar contra la medida.

“El coordinador de Ayuda de Emergencia de la ONU realizará una visita a Afganistán en la que buscará reunirse con los más altos funcionarios para resolver la situación”, informó el coordinador residente de la ONU en Afganistán, Ramiz Alakbarov, durante una rueda de prensa en la sede de Nueva York este jueves.

Además, Alakbarov agregó que la visita tendrá una duración de ”varias horas” y está prevista para las próximas semanas, aunque no detalló más sobre el encuentro, ni sobre otras medidas que se fueran a tomar en contra de las restricciones impuestas a las mujeres en Afganistán.

Griffiths acudirá con la intención de dialogar para resolver “el atasco en la entrega de asistencia vital” provocado por la prohibición de que las mujeres trabajen con las organizaciones no gubernamentales e internacionales, según afirmó la agencia de la ONU en un comunicado.

En este momento, las agencias de socorro se encuentran todavía evaluando el impacto de la última decisión de la administración talibán pero ya se han visto obligadas a suspender algunos programas urgentes debido a la falta de “personal femenino”.

Según Naciones Unidas, cerca del 70 % de sus programas son implementados en colaboración con ONG, agencias internacionales o locales, de las que se valen para llevar recursos y servicios básicos a la región, por lo que este tipo de afectaciones a la operación de las organizaciones tienden a recaer directamente en la población más vulnerable.

El veto del Gobierno de Afganistán de permitir a las mujeres realizar labores humanitarias “tiene consecuencias inmediatas que ponen en peligro la vida de todos los afganos”, afirmó el Comité Permanente Interinstitucional (IASC) de Naciones Unidas en un comunicado.

Así mismo, el organismo expresó su voluntad para continuar con las actividades que salvan vidas, pero prevén que “muchas más actividades tendrán que interrumpirse” al no poder prestar ayuda humanitaria sin las trabajadoras.

Es de recordar que, tras la prohibición, tres Organizaciones no Gubernamentales extranjeras anunciaron la suspensión de sus actividades en Afganistán después de que los talibán prohibieran trabajar a las mujeres en este tipo de organizaciones.

“Mientras nos dan más aclaraciones sobre este anuncio, suspendemos nuestros programas y exigimos que hombres y mujeres puedan continuar” en igualdad de condiciones “con nuestra ayuda para salvar vidas en Afganistán”, afirmaron en un comunicado Save the Children, el Consejo Noruego para los Refugiados y CARE Internacional.

*Con información de Europa Press y AFP.

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