La cárcel que presentó Nayib Bukele, presidente de El Salvador, a través de sus redes sociales es uno de los centros más impresionantes del mundo en su género. Se trata del Centro de Confinamiento del Terrorismo, donde se encarcelarán a los pandilleros del país. Un complejo enorme que será custodiado por más de 600 guardias y que tiene su propia planta de agua y electricidad. Es tan grande que tendrá capacidad para más de 40.000 presos.
Está alejado de cualquier ciudad para el aislamiento total de los presos con la sociedad. El área de construcción es equivalente a siete veces el estadio más grande del país.
Según el anuncio del mandatario, será la cárcel más grande de todo el continente. En dicho centro penitenciario estarán los lideres más peligrosos de todos las pandillas, altos mandos como gatilleros, pero también para demás delincuentes de dichas estructuras criminales.
Nayib Bukele la recorrió paso a paso junto con los líderes de la guardia que estarán a cargo de resguardarla. “Antes los presos tenían prostitutas y play station”, dijo el primer mandatario en ese recorrido.
Esa visita guiada y presentada por televisión, y por las redes sociales del mandatario, evidenció la magnitud de ese complejo. Por ejemplo, los muros de concreto que impiden la fuga de presos son de 11 metros de altura. “Ni siquiera un carro que se estrelle allí lo rompe. Es una cárcel de primer mundo, para resguardarnos de los criminales”, aseguró uno de los líderes de la prisión. La cárcel tiene siete cercos, incluido uno virtual para la vigilancia.
Las torres de vigilancia, por su parte, están en cada uno de los anillos de la cárcel. “Sería imposible que salga un reo”, agrega el oficial que muestra la prisión. La cárcel funciona con cuatro anillos externos.
La tecnología para ingresar a la cárcel es de punta, con escáneres muy potentes. “Se pueden ver los pulmones”, advierte el presidente. El guardia explica que esto permite garantizar que nadie ingrese nada dentro de sus cuerpos. “Los gobiernos anteriores le habían entregado los penales a estos grupos terroristas”, advierte el hombre que hace el recorrido.
Existe además un área de armería, que le da a los guardias la protección máxima para cualquier disturbio que pueda presentarse. También se tienen contempladas sesiones preventivas de inteligencia y contrainteligencia para que no salga de la cárcel ninguna orden o comunicación al exterior. La cárcel es tan hermética que los presos no saldrán ni siquiera a las audiencias judiciales, sino que podrán conectarse desde allí.
El presidente mostró cómo serán las áreas de comedor, los baños y las facilidades que tendrán los guardias. “Antes, en lugar de castigar al malo, castigaban al bueno, premiaban al delincuente”, señaló Bukele para expresar que las fuerzas del Estado que trabajen en esa cárcel tengan una vida digna.
Dentro de las instalaciones carcelarias también hay zonas de trabajo para los presos, con lo cual durante su condena tendrán que laborar en diferentes oficios manuales para intentar resarcir, aunque sea un poco, el daño que hicieron a la sociedad con sus actividades criminales.
En cuanto a las celdas, estas son hechas con acero reforzado y cerrojos certificados internacionalmente. De igual manera, estas tienen dos albercas con agua y dos inodoros por cada celda, por lo cual los pandilleros condenados solo podrán salir de los barrotes para trabajar dentro de la penitenciaría, asistir a sus audiencias con la justicia en una sala virtual o para ir a la zona de aislamiento como castigo.
Dichas celdas de castigo no tienen acceso a luz natural ni artificial y están diseñadas para cuando haya disturbios o peleas dentro del penal. Mientras que, a las afueras de la prisión, tanto policías como militares resguardarán el perímetro con más de 600 funcionarios de seguridad de El Salvador.
Las cifras de la guerra contra las pandillas
Casi 63.000 presuntos pandilleros han sido detenidos en El Salvador en el marco de la “guerra” contra estas bandas lanzada hace 10 meses por el presidente Nayib Bukele, informó el lunes el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro.
“Al momento son más de 62.975 terroristas (pandilleros) que han sido detenidos”, declaró Villatoro al estatal canal 10 de televisión. Los masivos arrestos, criticados por organizaciones de derechos humanos, se amparan en un régimen de excepción que permite detenciones sin orden judicial, aprobado por el Congreso a instancias de Bukele en respuesta a una escalada homicida que cobró la vida de 87 personas del 25 al 27 de marzo pasado.
Bukele informó hace unos días que habían sido liberados unos 3.000 “inocentes” detenidos en virtud del régimen de excepción. Antes de marzo de 2022, en las cárceles de El Salvador había 16.000 pandilleros encarcelados, pertenecientes a bandas rivales: la Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18, con sus dos facciones, Sureños y Revolucionarios.
En los 10 meses de lucha contra las pandillas, la policía ha decomisado 2.218 armas de fuego, 2.799 vehículos, 15.038 teléfonos celulares y 1,6 millones de dólares en efectivo, según el ministro.
*Con información de AFP.