Un hecho insólito tuvo como escenario Brasil. Una mujer permaneció dos décadas encadenada y con restricciones a la alimentación que le provocaron un cuadro de desnutrición grave. Medios locales informaron que la sospechosa de mantenerla en cautiverio durante ese lapso fue su propia mamá, cuyo nombre no ha sido divulgado.
El rescate se produjo el jueves –9 de febrero– y la víctima, identificada como Rosinalva Borges da Silva (de 39 años), permanece hospitalizada en un intento por controlar las complicaciones de salud derivadas de su tiempo privada de libertad. La brasileña fue hallada en una prisión improvisada, con hambre, sed, cadenas en sus pies y manos amarradas.
La pesadilla de Borges se perpetró durante años en la región de la Baixada Maranhense y la celda fue erigida en la propia residencia, aunque durante 20 años no trascendió a gran escala lo que sucedía. La semana pasada un operativo de la Policía Civil, alertada sobre la situación que estaría ocurriendo en esa vivienda, permitió su liberación.
La mujer sigue hospitalizada
G1 informó que la brasileña fue llevada a un centro médico de Viana y posteriormente ingresó al Hospital Regional que dio un diagnóstico de “desnutrición severa” que obliga a que aún se encuentre internada. El equipo médico dispuso exámenes adicionales para determinar si tiene otro padecimiento por los ‘altibajos’ en su alimentación.
Ese medio agregó que la razón por la que la mamá de Borges da Silva la habría mantenido ‘encarcelada’ responde al supuesto temor de que representara un peligro. Lo anterior, al haber perdido dos hijos cuando era joven y empezado a presentar problemas psicológicos.
Por lo pronto, se desconoce cuál será el futuro judicial que enfrentará la mamá de Rosinalva. Además, hay un tercer implicado en ese caso y es la persona que presuntamente tenía la llave del lugar que terminó convertido en una prisión en casa.
El caso de Blanche Monnier
Lo sucedido en Brasil recuerda el caso de Blanche Monnier, aun cuando su historia se remonta a 1876. Ella era una joven de 26 años, que vivió un suplicio durante un cuarto de siglo también en el interior de la que era su casa en Francia y no fue sino hasta que un ‘inusual’ texto llegó a manos del procurador general parisino, Monsieur Morellet.
“Señor fiscal general, tengo el honor de informarle de un acontecimiento excepcionalmente serio. Me refiero a una solterona que está encerrada en la casa de la señora Monnier, casi muerta de hambre, y que ha vivido sobre basura podrida durante los últimos 25 años, es decir, sus propios desechos”, recogió El Confidencial.
Según ese medio, la razón que llevó a Monnier a una vida de tormento fue su intención de casarse con un hombre al que su familia se oponía con firmeza. Investigadores se encontrarían más de 20 años después con una escena que quedó plasmada para la historia: de aquella joven no quedaba rastro, más que una figura casi esquelética.
Tras recibir la misiva, quienes visitaron la casa de aquella familia ‘pudiente’ y de nombre incuestionable se llevaron una sorpresa en la que cada detalle no dejaba lugar a dudas. Según los registros, en el ambiente no solamente se respiraba un hedor casi insoportable, sino que todo el sitio era el reflejo de lo que Monnier vivió durante 25 años.
“La desafortunada mujer estaba tumbada completamente desnuda sobre un lecho de paja podrida. Todo a su alrededor formaba una especie de costra formada por excrementos, trozos de carne, verduras, pescado y pan podrido. También vimos cáscaras de ostras y bichos corriendo por la cama”, dijo un testigo, cuyas palabras fueron citadas por El Confidencial.