La historia de una menor de edad que huyó de su casa tras haber sido obligada a casarse con un desconocido, tiende a ser común en países del medio oriente en los cuales la cultura y las tradiciones que profesan tienen estas particularidades y, aunque esto no deja de ser alarmante, que la noticia llegue desde un rincón de México, es una sorpresa para la opinión pública.

En el municipio de Cochoapa el Grande, en el estado Guerrero del país azteca, una organización defensora de los Derechos Humanos denunció la situación, al parecer, una niña de 14 años, identificada como Anayeli y la cual pertenece a una comunidad indígena de la región, fue encarcelada luego de escaparse de su casa, en un intento de librarse del matrimonio arreglado.

La denuncia fue interpuesta por Abel Barrera Hernández, quien funge como director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, y anunció que la joven iba ser casada con otro menor de 16 años luego del pago de $10.000 dólares a sus familiares, quienes también pertenecen a la comunidad indígena Joya Real.

“La niña Anayeli, del pueblo Na Savi, originaria de la comunidad de Joya Real, municipio de Cochoapa el Grande huyó de su casa antes de que llegara la familia del niño para formalizar la unión matrimonial y recibir el pago acordado”, afirmó la organización por medio de un comunicado de prensa.

A reglón seguido, contaron que la menor indígena perdió a su padre y esto habría llevado a la madre a adquirir muchas deudas para solventar los gastos funerarios. “Esta lamentable situación ha sido un factor que impacta negativamente en las niñas, porque sus padres se han visto orillados a recibir dinero, violentando sus derechos”, asegura la organización, explicando la forma en como actuaría la comunidad indígena.

En el comunicado, la organización recalca que la niña huyó y se refugió en la casa de uno de sus vecinos, sin embargo, por la petición de la familia del novio, las autoridades policiales de la comunidad indígena intervinieron deteniendo a la menor, quien estuvo encarcelada por al menos 14 horas.

Al parecer, la detención de la menor fue “severa”, por haber incumplido el acuerdo de matrimonio. “La costumbre es sacrificar una res para que puedan compartir la comida entre las dos familias, las autoridades, amigos y vecinos. Forma parte de los preparativos para la boda formal. Por este desaire privaron de su libertad a una menor que desconocía los acuerdos de su primo y mucho menos sabía con qué niño la casarían. Cuando se enteró se armó de valor para huir de su casa”, recalca la organización.

En medio de la situación, otra persona que ayudó a la niña a huir también fue encarcelado. La liberación de los implicados se logró a través de la intervención de los abogados de la organización de derechos humanos, y las autoridades de la comunidad, además del acompañamiento de la fiscalía del estado Guerrero, la Defensoría local y la Guardia Nacional.

Entre tanto, también se conoció que la organización fue alertada a través de una llamada anónima, de una persona que conoció el caso, empero, también hicieron un llamado a crear mecanismos que ayuden a las menores en estas situaciones, ya que según explican estos casos no tienen atención necesaria del Estado.

“Hasta la fecha no hay un mecanismo sencillo y efectivo que permita a las personas hacer una llamada para pedir auxilio, como sucedió con el caso de Anayeli. Sin embargo, hay una gran desatención por los casos de matrimonios forzados y prevalece una visión machista en varios funcionarios municipales que llegan a justificar estas acciones ilegales”, concluyó la organización.