Los equipos de rescate encontraron en esta jornada el cuerpo de la alpinista estadounidense, Hilaree Nelson, dos días después de que se perdiera el contacto con ella en la montaña nepalí de Manaslu.

“El equipo de búsqueda que partió por la mañana en helicóptero recuperó su cuerpo y lo devolvió”, dijo a la AFP Jiban Ghimire de Shangri-La Nepal Trek, los organizadores de la expedición. Ghimire agregó que este (enterrado en la nieve a unos 6.000 metros de altura) fue regresado al campo base en la zona y ahora será trasladado a Katmandú (capital de Nepal).

La reconocida alpinista, de 49 años, desapareció este lunes luego de que, tras haber superado la octava cima más alta del mundo (de exactamente 8.163 metros), sufriera un accidente en el descenso y se perdiera su rastro. Nelson estaba acompañada de su pareja y compañero de aventuras, Jim Morrison.

El hallazgo se produjo dos días después de infructuosas búsquedas, que el lunes tuvieron que suspenderse, por las condiciones meteorológicas, y este martes (27 de septiembre) tampoco arrojaron los resultados que se esperaban.

Morrison (quien estuvo a cargo de las tareas de rescate) partió hoy, en horas de la mañana, en helicóptero con la esperanza de encontrarla con vida y desconociendo los resultados que terminarían por confirmar la tragedia horas más tarde.

De acuerdo con su patrocinador, The North Face, la esquiadora y alpinista era una de las “más prolíficas de su generación” con dos décadas de carrera. Hilaree Nelson se convirtió en el año 2012 en la primera mujer que escaló la “indomable” cima del Everest, así como de Lhotse en menos de 24 horas.

En 2018 regresó a esta última y adelantó el primer descenso en esquí de esta montaña, razón por la que fue galardonada como merecedora del premio de Aventurero del Año de National Geographic.

A diferencia de otras de sus expediciones, Nelson admitió en su cuenta de Instagram (hace tan solo seis días) que, en esta ocasión, no se sentía “tan segura” como en anteriores aventuras. “Estas últimas semanas pusieron a prueba mi resistencia”, aseguró.

“Espalda inclinada y cabeza hacia abajo (...). El constante monzón con su incesante lluvia y humedad me ha hecho añorar irremediablemente. Tengo el desafío de encontrar la paz y la inspiración en la montaña cuando ha estado constantemente envuelta en niebla”, agregó.

La deportista aseguró que el miércoles de la semana pasada había finalizado la apuesta por la cumbre y decidió que era “demasiado peligroso pasar de C3 a C4″.

Según detalló, posteriormente optó por esquiar desde C3, teniendo claro que eso significaba llevar sus esquís por todo el trayecto de vuelta “a la montaña, nuevamente sí, sí aquí, intentamos nuevamente llegar a la cima. Fue lo mejor que pudimos haber hecho”, agregó.

Nelson vivió buena parte de su vida en Seattle, Estados Unidos, pero pasaba los fines de semana en Stevens Pass en Cascades, Washington. De acuerdo con The North Face su interés por el alpinismo se incrementó, luego de trasladarse a la ciudad de Chamonix, en Francia.

Según la AFP, el gobierno de Nepal ha entregado más de 500 permisos a extranjeros que quieran “escalar las montañas del Himalaya durante temporada, la mayoría de ellos a Manaslu”.

Con este anuncio de las autoridades, la alpinista constituye el segundo deceso confirmado de esta temporada de “escalada otoñal” en suelo nepalí. Hace dos días se confirmó, además, que una avalancha había afectado los campos tres y cuatro del Manaslu, cobrando la vida de otro deportista y dejando a varios heridos.