LUIS CARLOS VÉLEZ: ¿Cómo es trabajar con Donald Trump? JOHN BOLTON: Es un presidente que tiende a ver las relaciones internacionales desde la prisión de sus propias decisiones. No hay una filosofía concreta, no hay una estrategia. Todo depende de su percepción de cómo le irá en las elecciones de noviembre y eso hace que sea muy distinto a otros presidentes con los que he trabajado, como Ronald Reagan, George H. W. Bush o George W. Bush. L.C.V.: Con respecto al asunto de Venezuela y Colombia, que es mencionado en su libro “El cuarto donde sucedió”, ¿de qué trató ese episodio en el que usted escribió en una agenda que todos vimos “5.000 tropas para Colombia”? J.B.: Había estado hablando con el presidente Donald Trump acerca de las condiciones de la frontera entre Colombia y Venezuela y los refugiados. Sé que ahora Colombia tiene aproximadamente cinco millones de venezolanos. También hablábamos de las Farc y el ELN en Venezuela, y de lo que se podía hacer en temas de seguridad. Entonces anoté eso en mi libreta amarilla. Lo que les puedo asegurar es que después el ministro de Relaciones Exteriores de Colombia (Carlos Holmes Trujillo, en ese momento) me trajo varias libretas amarillas para que no me vuelva a pasar.
L.C.V.: ¿Alguna vez usted y el presidente Trump consideraron de verdad enviar tropas estadounidenses a Colombia para hacer algún operativo bélico en Venezuela? J.B.: No, la verdad no. Fue una falsa alarma. Nosotros sabíamos que en la frontera había ONG y religiosos. Fue un pensamiento muy breve. Siempre estuvo claro que la opción militar era algo a considerar, pero nunca hubo planes para llevar a cabo algo realmente. Era una manera de mostrarle al régimen de Maduro que Estados Unidos apoyaba a Juan Guaidó.
La famosa frase de las 5.000 tropas para Colombia en la libreta de Bolton. L.C.V.: Su libro da a entender que la falta de compromiso de la administración de Estados Unidos no ha permitido que se actúe de manera más contundente en Venezuela. Además, da la sensación de que esto le ha generado arrepentimiento. ¿Es esta una aproximación correcta? J.B.: Mi posición era que no debíamos comprometernos de ninguna manera con el régimen de Maduro, que ha estado por 20 años en el poder en Venezuela y ha utilizado todo lo que ha podido para quedarse en el poder. Sabíamos que una vacancia en la Presidencia era la última oportunidad para que hubiera democracia. Pero también sabíamos que mientras el régimen de Maduro permaneciera, era muy difícil que la oposición ganara las elecciones. Por eso, hablar de un compromiso con Maduro es muy complicado por la manera en la que él utiliza el poder que tiene. Tendrían que irse Maduro, los cubanos, los rusos y los militares para que el pueblo venezolano pueda elegir un gobierno de manera democrática. L.C.V.: ¿El presidente Trump entiende lo que está pasando en Venezuela y tiene alguna estrategia? J.B.: No creo que entienda completamente lo que pasa en el hemisferio occidental o en el mundo. No ha prestado mayor atención a los hechos. En términos generales, entiende la oposición de la población venezolana, los efectos en Colombia y el esfuerzo de Duque en la lucha contra las drogas. Pero no creo que realmente comprenda la amenaza que representan las Farc y el ELN. Esto es parte de los problemas que hay al trabajar en asuntos exteriores en la administración de Donald Trump.
L.C.V.: Por otra parte, ¿el presidente de Estados Unidos entiende la importancia que tiene Colombia como uno de sus mejores aliados en la región? J.B.: Desafortunadamente creo que no. Colombia es el modelo alternativo a Venezuela, aunque tenga problemas como todos los países. Esto debería ser más importante para Estados Unidos. Hay personas dentro del Gobierno que lo entienden, como el vicepresidente Mike Pence. Pero este es otro de los grandes problemas con Donald Trump. L.C.V.: Usted ha dicho que el presidente mira la situación internacional dependiendo de lo que ocurre políticamente en Estados Unidos. Teniendo en cuenta que Florida será determinante en las próximas elecciones y que es muy susceptible a temas internacionales como Venezuela o Cuba, ¿qué se puede esperar para América Latina y Venezuela? J.B.: Este es un punto político importante para Trump. Un ejemplo es que hace seis semanas un periodista le preguntó si seguía interesado en tener una reunión con Maduro y él dijo que sí. Las comunidades venezolanas y cubanas en Florida reaccionaron de manera negativa, por lo cual tuvo que rectificar que solo hablaría con Maduro sobre su salida. Trump seguirá con esta política y será sensible frente a estos temas mientras se llevan a cabo las elecciones. Me da miedo que, una vez las elecciones ya hayan terminado y que no sea necesario decir cosas para agradar, cambie su política completamente.
Trump será sensible con Latinomérica mientras esté en reelección, pero Bolton cree que puede perder interés una vez la consiga. Eso puede ser conveniente para Maduro. L.C.V.: ¿Qué pasa dentro de la Casa Blanca con respecto a la relación de Trump y sus asesores? ¿Es frustrante intentar hablar con él? J.B.: Como lo digo en mi libro, la realidad es que a él no le interesa escuchar estas discusiones. Trump prefiere hablar de sus opiniones. Entonces es difícil explicarle nuevas circunstancias, nuevos hechos o darle información que consideramos importante y que para otros presidentes sería importante.
L.C.V.: ¿Por qué decidió finalmente hacer este libro? J.B.: Creo que es crucial que los estadounidenses puedan conocer qué sucede dentro del Gobierno en temas de seguridad. La gran mayoría de la gente no entiende cómo se toman las decisiones y lo que sucede adentro de la administración, y la realidad es que el presidente Donald Trump muchas veces da a entender lo que no es. También escribí acerca del gobierno de George W. Bush, y Hillary Clinton escribió sobre su tiempo como secretaria de Estado, como lo han hecho otros. Así que no es inusual. L.C.V.: Con respecto a Juan Guaidó, ¿qué opina la Presidencia acerca de su capacidad para enfrentar el régimen de Maduro? J.B.: A Trump le atraen las figuras autoritarias alrededor del mundo, como Erdogan en Turquía, Putin en Rusia y Xi Jinping en China. Eso es un gran problema para Estados Unidos. Sin embargo, fue muy importante que invitara a Juan Guaidó al discurso del Estado de la Unión porque el Gobierno y la gente pudo ver al presidente interino allí. Entonces, la opinión personal de Donald Trump en este momento no es tan relevante como lo que cree el mundo en general de la capacidad de Juan Guaidó. L.C.V.: ¿Usted cree que Donald Trump ganará las elecciones en noviembre? J.B.: Esa es una pregunta importante, pero es difícil dar una respuesta. Trump está atrás en las encuestas, pero en 2016 también estaba atrás y, aun así, le ganó a Hillary Clinton. Faltan tres meses para las elecciones y eso es una eternidad. L.C.V.: Por último, ¿nos deberíamos sentir abandonados en Colombia por la falta de comprensión que tiene Estados Unidos de lo que pasa en esta parte del mundo? J.B.: No, para nada. Aunque Trump no entienda la importancia de Colombia, mucha gente en la administración sí lo hace. Conocen lo crucial que es aliviar la crisis de los refugiados venezolanos, los problemas con el narcotráfico y el terrorismo. Saben que Colombia es una prioridad, aunque no lo sea para Trump.