Una jueza federal mexicana dictó este lunes 26 de junio prisión preventiva contra ocho militares detenidos días atrás para ser investigados por la desaparición de 43 estudiantes de la escuela rural de maestros de Ayotzinapa (sur), informó el gobierno.
Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos de la secretaría de Gobernación (Interior), informó en redes sociales que los uniformados han sido acusados “por el delito de desaparición forzada”.
Los militares fueron capturados la semana pasada luego de que la fiscalía general mexicana reactivara 16 órdenes de captura contra miembros del Ejército que habían sido emitidas en septiembre de 2022, pero que posteriormente fueron anuladas.
Los estudiantes desaparecieron entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014, cuando intentaban apoderarse de autobuses para viajar a Ciudad de México y participar en unas manifestaciones. Esto se conoce a poco más de un mes de que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que ha investigado el llamado caso Ayotzinapa concluya definitivamente sus trabajos tras denunciar diferencias con mando castrenses.
Carlos Beristain, uno de los expertos, explicó a la AFP que “el mandato del grupo termina el 31 de julio” y aunque en dos ocasiones se había dado una ampliación, esta vez presentarán su informe final la última semana de ese mismo mes.
El 31 de marzo pasado, el GIEI denunció que las Fuerzas Armadas han ocultado de manera deliberada información sobre la desaparición de los estudiantes ocurrida en 2014. “Eso para nosotros no es aceptable”, dijo en esa ocasión Beristain, quien anteriormente ya había reclamado la negativa de los mandos castrenses de entregar informes relativos a este caso.
En la zona donde ocurrieron los hechos está destacado un batallón del Ejército que habría tenido conocimiento de lo sucedido. Los jóvenes fueron detenidos por policías coludidos con narcotraficantes del cártel Guerreros Unidos, que los habrían asesinado al confundirlos con miembros de una banda rival, según la versión oficial del anterior gobierno.
El GIEI ha cuestionado la investigación del exfiscal general Jesús Murillo Karam, detenido en agosto de 2022 acusado de desaparición forzada, tortura y obstrucción de la justicia.
Pero una comisión del actual gobierno que investigó el caso sostiene que los delincuentes (en complicidad con policías y militares) buscaban recuperar droga escondida en un autobús tomado por los alumnos, sin que estos supieran de su existencia. Hasta ahora solo han sido identificados los restos de tres víctimas. El GIEI fue creado por un acuerdo entre México y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
AMLO promete hacer una playlist que competirá con los narcocorridos, en medio del auge de la cultura narco en el país
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo este lunes que propondrá a los jóvenes una lista de diez canciones capaces de competir con los narcocorridos, en momentos en que el polémico género vive un auge internacional.
“Les voy a presentar una selección de unas diez rolas (canciones) ¡buenas, buenas, buenas!”, prometió el mandatario, tras criticar la variante de la canción popular mexicana que exalta las peripecias y el estilo de vida de los narcotraficantes.
Durante su habitual conferencia matinal, López Obrador explicó que armará la lista de canciones para que los jóvenes no le reclamen que está “censurando” sin ofrecerles una alternativa.
“Nosotros nunca vamos a censurar, pueden cantar lo que quieran”, aclaró de inmediato el presidente, quien hizo sonar la canción “Ya supérame”, de Grupo Firme, exponente del género regional mexicano.
“Pero no nos vamos a quedar callados cuando (las letras) dicen de que son buenas las tachas (pastillas de droga) y que tienen un arma calibre 50 y que son sus ídolos los narcos más famosos y ese tipo de corridos, con esas letras, dirigidas a los jóvenes”, remarcó López Obrador.
Sin mencionar nombres de intérpretes, los comentarios del gobernante aluden a frases y temáticas propias de artistas como Peso Pluma o Natanael Cano, veinteañeros intérpretes de los llamados “corridos tumbados” o “bélicos”, la más reciente y exitosa variante del narcocorrido.
Estas canciones, que combinan el regional mexicano con hip hop, trap, bachata y otros estilos urbanos, han alcanzado un inédito auge, con cientos de millones de reproducciones en plataformas digitales como Spotify y fuerte presencia en ránkings como el de Billboard, referente de la industria musical de Estados Unidos y el mundo.
Además de en sus letras, estos noveles artistas muestran el supuesto estilo de vida de los narcotraficantes en sus videoclips, donde aparecen con armas, bebiendo costosos licores, vistiendo ropa de diseñador y usualmente rodeados de mujeres.
*Con información de AFP.