"¡No puedo respirar. No puedo respirar. No puedo respirar!" Eso repite una y otra vez Eric Garner, un hombre negro de 43 años, asmático, mientras un oficial de policía blanco en Nueva York, identificado como Daniel Pantaleo, le hace una llave al cuello hasta que muere de asfixia. El incidente ocurrió el 17 de julio, fue grabado en un teléfono celular, ha sido visto cientos de miles de veces en redes sociales y en su momento generó indignación a nivel nacional. Este miércoles, el tema volvió a las primeras planas cuando un gran jurado decidió no acusar formalmente al policía, lo que inmediatamente generó protestas en Nueva York y otras ciudades abogando por justicia y un mejor desempeño de las autoridades. La decisión se produce a pesar de que una autopsia del médico forense de la ciudad encontró que la muerte de Garner fue ocasionada por la llave del policía y la compresión de su pecho, aunque agregó que otros factores que contribuyeron fueron su asma y problemas cardíacos. Según explica el corresponsal de BBC Mundo en Washington, Thomas Sparrow, lo ocurrido en Nueva York no puede entenderse sin el contexto reciente de las protestas en Ferguson, Misuri. "La decisión del gran jurado en Nueva York llega menos de dos semanas después de que otro jurado, en Misuri, decidiera no acusar a otro policía blanco, Darren Wilson, que causó la muerte de otra persona negra, en ese caso el joven Michael Brown". "Estos dos casos tocan fibras sensibles de Estados Unidos sobre los límites de la autoridad policial y las tensiones raciales que aún perviven en muchos sectores del país". "Muy doloroso" Las protestas en EE.UU. se extendieron desde horas de la tarde, tras conocerse la exoneración, hasta la madrugada. En Nueva York, hubo protestas en varias zonas de Manhattan, entre ellas Times Square y el Rockefeller Center, durante la ceremonia de iluminación del tradicional árbol de Navidad. En la estación Grand Central, en Manhattan, decenas de personas se tumbaron en el suelo en señal de protesta. También se produjo una concentración en Staten Island, el sitio donde se realizó el arresto de Garner por vender cigarrillos ilegalmente el pasado 17 de julio. En la capital Washington y en Atlanta, Georgia, también hubo marchas espontáneas. Los manifestantes cantaban entre otros lemas "Manos arriba, no disparen" y "No puedo respirar", que fue lo que dijo Garner repetidamente antes de perder el conocimiento. La policía de Nueva York reportó al menos 30 arrestos en distintos lugares. Pero por lo general las marchas se celebraron de forma pacífica, en contraste con algunos de los disturbios que se registraron en Ferguson. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, también explicó que el caso en Nueva York se refiere a "temas más grandes" que tienen las minorías del país con los agentes encargados de preservar la ley. Por su parte, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, aseguró en una rueda de prensa que es un tema "emocional" y "muy doloroso" para la ciudad, aunque también se refirió al contexto mayor al decir que es "momento nacional de duelo". "Estamos de luto otra vez por la pérdida de Eric Garner, un padre, un esposo, un hijo, un buen hombre, un hombre que debería estar con nosotros, pero no lo está", dijo. Por su parte, el Departamento de Justicia de Estados Unidos -que ya está investigando los acontecimientos en Ferguson- aseguró que investigará la muerte de Garner.

En el video, grabado por un testigo, se ve a Garner rehusándose verbalmente a ser esposado por el policía, que, según los medios locales, quería arrestarlo por vender cigarrillos ilegalmente en el barrio de Staten Island. Pantaleo respondió tumbando a Garner al suelo y aparentemente haciéndole la llave al cuello, lo que está prohibido bajo las políticas del Departamento de Policía de Nueva York. Un segundo video, que parece haber sido grabado poco después del incidente, muestra a Garner acostado en la acera. Tres minutos después llegaron los médicos, lo montaron a una ambulancia y, ante la pregunta de un transeúnte sobre por qué nadie estaba tratando de resucitarlo, un oficial respondió "porque está respirando". Sin embargo, Garner murió poco después. "Me siento muy mal" En un comunicado, Pantaleo escribió el miércoles que su intención "nunca" fue herir a nadie y agregó que espera que la familia de Garner "acepte mis condolencias personales por su pérdida". "Me siento muy mal por la muerte del señor Garner", dijo. "Me convertí en oficial de policía para ayudar a las personas y proteger a quienes no pueden protegerse a sí mismos", agregó. Por su parte, el abogado de la familia Garner, Jonathon Moore, dijo que está "sorprendido". Y la hija del fallecido, Erica, le dijo a la BBC que el gran jurado "ni siquiera es humano, no hay humanidad". "En ese video se ve lo más cruel, lo más horrible que alguien puede hacerle a otra persona", añadió. "Simplemente no está bien". Más allá de las opiniones sobre lo ocurrido en julio, esta decisión controversial probablemente aumentará aun más tensiones raciales, de por sí ya maltrechas tras el caso de Ferguson.