Erika Hilton es una mujer negra, trans y activista por los derechos LGBTI en Brasil, desde el Partido Socialista y de Libertad de São Paulo. Fue la mujer trans más votada como concejal en 2020 y es una de las 300 personas de la comunidad LGTBI que participa en la elección del próximo domingo, que, de ganar, la convertiría en la primera diputada trans en el país.

Hilton habla de combatir el hambre implementando una renta básica universal, defiende el Sistema Único de Salud de Brasil y ataca la violencia y los crímenes de odio. También enarbola las banderas de defensa de los territorios indígenas y el reconocimiento de Brasil como estado plurinacional. Es una de las candidatas que apoya Luiz Inácio Lula da Silva, quien va punteando en las encuestas a la Presidencia.

La hazaña de ser la primera diputada sería un segundo paso, después de lograr ser la primera concejal trans elegida en São Paulo, la Alcaldía más grande de Brasil. La historia de Hilton es única: fue expulsada de su casa a los 14 años y pasó varios años devengando sus recursos de ser trabajadora sexual en el Brasil rural.

Muchos años después se reencontró con su madre y entró a la universidad a estudiar. La política estudiantil fue una de sus pasiones mientras estudiaba y al trasladarse a São Paulo se afilió al partido de izquierdas PSOL.

Pero su representación no es única, son muchos los que comparten características similares electoral y demográficamente hablando. Este año se presentaron al menos 300 candidatos LGBTI a las elecciones parlamentarias en Brasil, de los cuales unos 80 son trans.

¿Por qué en Brasil es importante la elección para la minoría LGBTI y para la población negra?

La elección en 2018 del presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro se ha convertido en una amenaza para muchas minorías. Hilton y su posible victoria son en parte una respuesta al desprecio del presidente por la comunidad LGBTI, los afrobrasileños e incluso las mujeres.

Este país con más de 120 millones de personas es uno de los lugares más peligrosos del mundo para ser LGBTI, con al menos 310 personas asesinadas el año pasado, 114 de ellas trans, de acuerdo con la organización de derechos humanos Grupo Gay de Bahía.

En 2018, el asesinato de la concejal nagra de Río de Janeiro Marielle Franco dejó perplejo al país. Franco era además abiertamente lesbiana, por lo que su asesinato significó un ataque a dos minorías simultáneamente. Dos expolicías están en la cárcel a la espera de ser juzgados, pero no se sabe realmente quién ordenó el crimen.

Por otro lado, la población negra en Brasil es muy importante en cifras. Brasil fue la última nación de Sudamérica en abolir la esclavitud en 1888 y sufre de un fuerte racismo estructural. Para el IBGE, el instituto de estadística de Brasil, la población negra incluye tanto a los mestizos, como a los que tienen piel oscura. Según el dato más reciente del último trimestre de 2021, esta población sobrepasa el 50 %, con un 45,9 % de mestizos (pardos) y 8,8 de negros.

Hilton tuvo hace un tiempo un encuentro con Francia Márquez, vicepresidenta de Colombia, con quien comparte varios puntos de vista en cuanto a sus ideales políticos y a quien reconoce por su activismo.

Las elecciones generales en Brasil se llevarán a cabo el próximo domingo 2 de octubre. Se elegirá al nuevo presidente, que seguramente será un candidato entre Jair Bolsonaro y Lula da Silva, así como al Congreso Nacional, con más de 600 representantes entre Senado Federal y Cámara de Diputados.