Un grupo de científicos descubrió por primera vez el cometa Bernardinelli-Bernstein (BB) en junio de 2021 utilizando datos del Dark Energy Survey, en un esfuerzo internacional colaborativo para estudiar el cielo en el hemisferio sur.

No obstante, el estudio capturó el núcleo brillante del cometa, pero no tuvo una resolución lo suficientemente alta como para revelar la envoltura de polvo y vapor que se forma cuando el cometa se activa.

Con una asombrosa masa de 500 trillones de toneladas y 137 kilómetros de ancho, el cometa Bernardinelli-Bernstein es el más grande jamás descubierto y está más lejos del sol que el planeta Urano. La mayoría de los cometas están alrededor de 1 km aproximadamente y mucho más cerca del Sol cuando se descubren.

Ahora, el Telescopio Espacial Hubble de la Nasa ha confirmado que C/2014 UN271 (Bernardinelli-Bernstein) es el cometa mas grande jamás descubierto.

El tamaño del cometa BB y su distancia del sol sugiere que el hielo que se vaporiza que forma la coma está dominado por el monóxido de carbono. Dado que el monóxido de carbono puede comenzar a vaporizarse cuando está hasta cinco veces más lejos del Sol que el cometa BB cuando se descubrió, es probable que BB estuviera activo mucho antes de ser observado.

“Este es un objeto asombroso, dado lo activo que es cuando todavía está tan lejos del Sol”, explicó Man-To Hui, astrónomo de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Macao y coautor del trabajo. “Supusimos que el cometa podría ser bastante grande, pero necesitábamos los mejores datos para confirmarlo”.

Por otra parte, el Telescopio Espacial Hubble detectó la estrella más distante jamás observada, bautizada Earendel, cuya luz viajó durante 12.900 millones de años para llegar hasta donde fue captada.

Los científicos estiman que su masa es al menos 50 veces la del Sol y millones de veces más brillante que él.

La estrella que detentaba el récord anterior también había sido observada por Hubble, en 2018, pero existía en un universo que tenía entonces una antigüedad de 4.000 millones de años, contra 900 millones de Earendel.

El descubrimiento fue publicado recientemente en la prestigiosa revista científica Nature.

“Al principio, casi no lo creíamos”, dijo el autor principal del estudio, Brian Welch, de la Universidad Johns Hopkins, de Baltimore, Estados Unidos, en un comunicado. Fue Welch quien tuvo el privilegio de nombrar esta estrella: Earendel significa “estrella de la mañana” en inglés antiguo.

La estrella “existía hace tanto tiempo que podría no haber estado compuesta por las mismas materias primas que las estrellas que nos rodean hoy”, explicó el investigador.

“Estudiar Earendel proporcionará una ventana a un período del Universo con el que no estamos familiarizados, pero que condujo a todo lo que conocemos hoy”, agregó.

Esta estrella será un objeto principal de estudio para el nuevo telescopio espacial James Webb, que actualmente se está calibrando en el espacio. James Webb la observará este año, dijo en un comunicado la Agencia Espacial Europea (ESA), que opera el telescopio con la Nasa.

A diferencia del Hubble, que tiene una pequeña capacidad de infrarrojos, James Webb solo operará en estas longitudes de onda, lo que permitirá retroceder aún más en el tiempo.

Hasta ahora a esa distancia solo se podía observar grupos de estrellas, pero no era posible distinguir una estrella en particular.

Earendel contó con una ayuda cósmica: un fenómeno llamado lente gravitacional. Un cúmulo de galaxias, ubicado entre nosotros y la estrella, actúa como una lupa que amplifica la luz del objeto.

La ESA compara este efecto con las ondas en la superficie del agua, que cuando hace buen tiempo pueden crear haces de luz amplificados en el suelo de una piscina. Este extraño alineamiento debería durar años, según los astrónomos.

Con información de AFP