En febrero de este año, parecía que India había controlado la covid-19. Los casos diarios estaban cayendo casi un 90% desde el pico de la primera ola, el año pasado. Ahora, el país está experimentando el peor brote del mundo.
Los casos diarios han aumentado continuamente durante los últimos 10 días. El lunes se detectaron 352.991 nuevos casos, rompiendo otro récord de la cifra más alta en un solo día a nivel mundial. La tasa de positividad alcanzó un 36 por ciento, lo que significa que más de una de cada tres personas examinadas estaba infectada. Hace un mes, era menos del tres por ciento.
Los casos comenzaron a aumentar a principios de marzo, pero se aceleraron rápidamente: el número de casos diarios a finales de mes había aumentado seis veces más que a principios, y ese aumento exponencial solo ha continuado con mayor velocidad y severidad.
Estos números se traducen en una tragedia. Las fotos muestran a familias en duelo vestidas con trajes protectores en las cremaciones masivas. Los hospitales se han quedado sin suministros médicos básicos y muchos pacientes mueren debido a la escasez de oxígeno. Los miembros de la familia se ven obligados a conducir de clínica en clínica, buscando desesperadamente camas de unidades de cuidado intensivo (UCI) abiertas para sus seres queridos.
“Los crematorios están tan llenos de cuerpos que es como si acabara de ocurrir una guerra. Los incendios arden durante todo el día. Muchos lugares llevan a cabo cremaciones masivas, decenas a la vez, y por la noche, en ciertas áreas de Nueva Delhi, el cielo se ilumina”, escribió el jefe de oficina en New Delhi del New York Times en un artículo publicado hoy.
India ordenó el lunes a sus fuerzas armadas a ayudar a abordar las nuevas infecciones por coronavirus y países como Gran Bretaña, Alemania y Estados Unidos prometieron ayuda médica urgente para tratar de contener una emergencia que abruma los hospitales del país.
Narendra Modi, el primer ministro de India, dijo que ha hablado con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sobre la crisis, discutiendo las cadenas de suministro de materias primas y medicamentos de la vacuna contra la covid-19.
El domingo, Biden dijo que su país enviaría suministros médicos a India para ayudar a combatir la pandemia, incluido el envío de ventiladores, equipos de protección individual, kits de prueba de diagnóstico rápido y terapias.
La situación en el segundo país más poblado del mundo es “más que desgarradora”, dijo el jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, y agregó que esa Organización está enviando personal y suministros adicionales, incluidos dispositivos de oxígeno.
El brote no muestra signos de ceder y los expertos advierten que podría empeorar. “Me temo que este no es el pico”, dijo el lunes el doctor Giridhara R. Babu, de la Fundación de Salud Pública de la India. “Con el tipo de datos que vemos, estamos al menos a dos o tres semanas del pico”, aseveró.
Epidemiólogos dicen que las cifras seguirán aumentando, a 500.000 casos reportados por día en todo el país y hasta un millón de indios muertos por covid-19 en agosto.
Otros dicen que India puede estar acercándose al pico ahora, antes que la estimación de Babu, pero con tantos enfermos y tan pocos suministros disponibles, el país verá muchas más muertes antes de que disminuya la segunda ola.
La segunda ola golpeó mucho más fuerte porque la gente no estaba preparada, dicen los expertos. La primera ola alcanzó su punto máximo en septiembre y los casos diarios disminuyeron de manera constante en los meses siguientes; la aparente recuperación parecía tan exitosa que el ministro de Salud del país declaró a principios de marzo que estaban “en el final del juego” de la pandemia.
Fue por esto que residentes relajaron las prácticas seguras como el distanciamiento social y las autoridades fueron más flexibles en su aplicación. Aunque algunos estados se mantuvieron cautelosos y se prepararon para una segunda ola, nada de eso fue suficiente, y nadie previó la ola masiva que se avecinaba.
La crisis se agravó por la lenta respuesta del gobierno central. Aunque algunos ministros estatales y autoridades locales comenzaron a tomar medidas desde febrero, parece haber habido un vacío de liderazgo dentro del gobierno central, y el primer ministro Narendra Modi permaneció en gran parte en silencio sobre la situación hasta las últimas semanas.
Modi finalmente rompió su silencio la semana pasada, reconociendo la urgencia de la situación en un discurso a la nación, y lanzó una serie de medidas de emergencia para aliviar la carga sobre los estados y los hospitales.
También, instó a todos los ciudadanos a vacunarse y a actuar con cautela en medio de lo que llamó una “tormenta” de infecciones, pero, para entonces, dicen algunos críticos, el daño ya estaba hecho.
Aunque los pacientes actuales de covid abarcan casi todos los grupos de edad, esta segunda ola parece estar infectando a los jóvenes más que antes, dicen los expertos. “El virus y su segunda ola está afectando a la gente más joven, e incluso a los niños, de una manera que no lo había hecho en su primera ola”, dijo Barkha Dutt, autor y periodista con sede en Nueva Delhi. “Hemos conocido a bebés de 18 días que luchan por sus vidas dentro de las UCI”.
Parte de esto podría tener que ver con que India es un país joven, dijo el médico Lancelot Pinto, neumólogo consultor en el hospital Hinduja en Mumbai. La edad promedio de la población es 27, lo que significa que cuando hay un virus que afecta a todo el país a una velocidad tan alta, “es probable que haya muchos jóvenes que vengan al hospital”.
A pesar de una campaña de vacunación masiva en el país, una de las más grandes y ambiciosas del mundo que se puso en marcha en enero, muchos están molestos con el ritmo, ya que menos del 10 por ciento de la población ha recibido una dosis y solamente el 1,6 % está completamente vacunada.
India es el tercer país en el mundo con el número de vacunas administradas, detrás de Estados Unidos y China, pero debido a su población de 1,4 billones de personas, está mucho más abajo en la lista de vacunación per capita.