La vicepresidenta de Estados Unidos y candidata demócrata, Kamala Harris, respondió a las preguntas de CNN, en una entrevista muy esperada cuando faltan diez semanas para las elecciones presidenciales, y en la que negó ser una “veleta”, como dice su contrincante, el expresidente Donald Trump, al asegurar que “sus valores no han cambiado” en temas como cambio climático y migración.
Harris inició su entrevista asegurando que Estados Unidos está preparado para “pasar página” con Trump; además de acusar al candidato republicano de haber defendido un programa que ha mermado “el carácter y la fuerza” de los estadounidenses “dividiendo realmente a nuestra nación”.
“Y creo que la gente está preparada para pasar página a eso”, declaró a CNN.
La vicepresidenta respondió a varios temas y uno de ellos sobre que no prohibirá la facturación hidráulica o “fracking”, un método de extracción de hidrocarburos denunciado por defensores del medio ambiente, en caso de ganar las elecciones presidenciales de noviembre.
“Como presidenta no prohibiré el fracking”, dijo en la entrevista conjunta con su compañero de fórmula Tim Walz, después de haber asegurado en el pasado que estaba en contra de esta técnica.
La candidata demócrata sostuvo que habrá “consecuencias” para los migrantes que entran ilegalmente a Estados Unidos si gana las elecciones, durante una entrevista en CNN.
“Creo que debería haber consecuencias. Tenemos leyes que deben cumplirse y ser aplicadas, que abordan y tratan el problema de las personas que cruzan nuestra frontera ilegalmente y debería haber consecuencias”, dijo, cuando se le preguntó sobre el tema migratorio, al tiempo que añadió: “Y como presidenta yo haría cumplir nuestras leyes”.
La migración ilegal se ha convertido en un caballo de batalla para las elecciones del 5 de noviembre que disputan Harris, de 59 años, y el expresidente republicano, de 78.
Es uno de los temas favoritos de Trump, quien acusa en sus mítines a los migrantes ilegales de todos los males del país y a los demócratas de no hacer lo suficiente para resolverlo.
Lo cierto es que Kamala Harris durante su entrevista en CNN reiteró su apoyo al derecho de Israel a defenderse y dijo que no cambiará la política del presidente estadounidense, Joe Biden, sobre el suministro de armas para la guerra en Gaza.
“No”, contestó la candidata demócrata y vicepresidenta cuando se le preguntó si cambiaría de rumbo y no entregaría armas a Israel.
Afirmó que “demasiados palestinos inocentes han muerto”, pidió “un alto el fuego”, pero rechazó un “cambio en la política armamentística”.
La entrevista tuvo lugar en Georgia, donde se encuentra haciendo campaña. Kamala habló con la periodista de CNN Dana Bash, quien ya copresentó en junio el debate entre el expresidente y candidato republicano Donald Trump y el presidente, Joe Biden, quien luego renunció a seguir como candidato para darle paso Harris.
Aunque las últimas encuestas dan a Harris una ligera ventaja en la intención de voto, la campaña sigue muy reñida y tanto los demócratas como los republicanos intentan ganarse la confianza de los indecisos e independientes.
Por eso, la vicepresidenta transmitió un mensaje de reconciliación, al estimar que “sería beneficioso para los estadounidenses tener a un republicano” en el gabinete.
Fue el desempeño calamitoso de Biden durante este debate lo que provocó que los demócratas lo descartaran por miedo sobre su edad y su agudeza mental.
La demócrata, de 59 años, estará con su compañero de fórmula, el gobernador de Minnesota Tim Walz. Uno de los asesores cercanos de su rival republicano, Jason Miller, bromeó diciendo que Harris utiliza al candidato a vicepresidente como “escudo humano”.
“Tener una entrevista con los dos candidatos en verano (boreal) es una tradición en las campañas electorales desde hace veinte años”, subrayó Ian Sams, uno de los portavoces de campaña de la candidata demócrata, en la red social X. Se refiere a las entrevistas conjuntas concedidas por Barack Obama y Joe Biden, o por Joe Biden y la propia Kamala Harris.
Salvo que esta vez, en este calendario electoral mucho más condensado, las expectativas sobre la vicepresidenta son altas.
Con información de AFP