El secretario general del partido-milicia chií libanés Hezbolá, Hasán Nasralá, advirtió este viernes de que “es inevitable responder” a la muerte de hace unos días del ‘número dos’ del brazo político de Hamás, Salé al Aruri; en caso contrario, ha enfatizado, “Líbano quedará expuesto”.
“Es inevitable una respuesta a lo ocurrido en los suburbios del sur de Beirut”, dijo Nasralá en la que es su segunda reacción al ataque con dron que mató, este martes, a Al Aruri y a otros altos mandos de Hamás en la capital libanesa.
“No podemos permanecer en silencio ante una violación tan grave, porque esto significaría que todo Líbano y sus ciudades y su población quedarían expuestos”, ha enfatizado en un discurso televisado, que recoge el portal libanés Naharnet.
Nasralá ha insistido en que los perjuicios por no responder a este ataque “son mayores que cualquier riesgo” que pueda derivar de dicha respuesta. “La decisión compete al campo de batalla”, ha subrayado.
En su primera reacción el miércoles a la muerte de Al Aruri, Nasralá aseguró que tanto esta muerte como la del resto de “mártires” caídos bajo el fuego de Israel traerían consecuencias positivas para Oriente Próximo.
Por otro lado, también ha condicionado cualquier tipo de negociación con Israel al fin de los ataques sobre la Franja de Gaza, que han matado ya a más de 22.600 muertos desde el pasado 7 de octubre, cuando comenzó la respuesta israelí a la ofensiva de Hamás, que dejó 1.200 fallecidos y unos 240 rehenes.
Así, ha explicado que el objetivo de mantener abierto el frente en la frontera libanesa israelí es “presionar al enemigo para que detenga su agresión contra Gaza”. El líder de Hezbolá considera que en esta guerra no solo está en juego Palestina, sino también Líbano y el resto de la región.
“A nuestro pueblo en el sur, si, Dios no lo quiera, el enemigo derrota al pueblo de Gaza, el enemigo vendrá al sur para quebrar vuestra voluntad, vosotros que la derrotasteis en el pasado. Nuestra gente debe estar unida en esta guerra. La guerra es para Líbano, al igual que lo es para Gaza y Jerusalén”, ha remarcado.
“Estamos ante una oportunidad histórica de liberar lo que queda de nuestra tierra ocupada (...) La guerra contra Líbano es una elección equivocada y los colonos del norte de Israel serían los primeros en pagar el precio”, ha advertido.
Sospechas y operaciones: Hezbolá, en la mira por sus actividades en Sudamérica
Las autoridades brasileñas deploraron que Israel afirmase que había ayudado a desbaratar una “célula” de Hezbolá que pretendía atentar contra la comunidad judía en Brasil. El ministro de Justicia, Flavio Dino, repudió que se “adelantaran conclusiones” para fines de “propaganda”.
Apoyado por Irán, Hezbolá es un movimiento chiita libanés con estrechos lazos con Hamás, enzarzado en un sangriento conflicto con Israel en la Franja de Gaza, tras la matanza el 7 de octubre por el grupo islamista palestino de 1.200 personas en suelo israelí, en su mayoría civiles, según el último balance israelí.
Esto es lo que se sabe -y lo que no- de la presencia de Hezbolá en América del Sur, considerada por Estados Unidos como un riesgo de seguridad mayor.
Las investigaciones sobre las supuestas operaciones de Hezbolá en la región se han concentrado en la zona fronteriza entre Argentina, Brasil y Paraguay, países con una importante población de origen libanés.
El polo económico es Ciudad del Este, en Paraguay, un concurrido centro de comerciantes y traficantes que venden todo tipo de productos, desde DVD piratas y electrodomésticos, hasta armas. Esta zona franca tiene la reputación de ser escenario de crimen y tratos ilegales.
La Oficina Antiterrorista de Estados Unidos asegura que colaboradores de Hezbolá operan en la región para recabar financiación.
El embajador de Estados Unidos en Paraguay, Marc Ostfield, aseguró en enero que Hezbolá “ha realizado regularmente eventos privados en ese país suramericano donde los políticos hacían acuerdos” con el movimiento a cambio de “favores”. El diplomático incluyó al expresidente Horacio Cartes (2013-2018), quien niega las acusaciones.