La noche del pasado domingo, 4 de febrero, el presidente Bukele, quien goza de una abrumadora popularidad por su “guerra” antipandillas, se proclamó presidente reelecto y celebró el triunfo con una masiva concentración en una céntrica plaza de San Salvador.
Aunque aún no declara ganador ni oficializa el resultado, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) precisó este lunes en su portal que Bukele tiene 1,98 millones de votos -incluidos los del exterior- de un total de 2,32 millones de sufragios válidos, lo que da un 85,2% con el 70% de las juntas receptoras de votos escrutadas.
Por su parte, la misión de observación electoral de la OEA cuestionó este martes el “lento” recuento de los votos de los comicios presidenciales y legislativos que se desarrollaron con “tranquilidad” el domingo en El Salvador.
El vicepresidente electo, Félix Ulloa habló con SEMANA y cuestionó la gestión del TSE tras las elecciones y contó los detalles de lo que será el plan de gobierno para los próximos 5 años.
SEMANA: El presidente Bukele calificó la victoria como un “aplastante triunfo”, ¿Se esperaban este resultado?
Félix Ulloa: Bueno, como diría nuestro amigo Gabriel García Márquez, era la crónica de una victoria anunciada. Ya todas las encuestas daban por hecho de que el presidente iba a ganar con una super mayoría que roza el 85 y 90%, va a depender de cuando se dé el conteo final.
Hay que considerar también que desde el exterior se quedaron decenas de miles de compatriotas que no pudieron votar por un error técnico que se dio en algunos centros de votación que cerraron a las cinco de la tarde y dejaron sin votar a enormes cantidades de ciudadanos, pero dicho eso, el triunfo del pueblo salvadoreño que ha hablado alto, ha hablado de manera libre, espontánea y sobre todo democrática, como debe ser en una sociedad democrática, para ratificar este segundo mandato del presidente Bukele.
Ese respaldo que, como dijo el Presidente en su discurso el domingo en la noche, sienta un precedente histórico, porque en ningún país, en las democracias modernas se había alcanzado una cuota tan alta de votación en favor de un presidente que está corriendo por un segundo mandato. Generalmente los presidentes de los mandatarios entran con gran popularidad, pero el ejercicio del poder hace que se desgaste, terminan sus gestiones con bajos niveles de popularidad. El caso del presidente Bukele es todo lo contrario, su crecimiento fue exponencial llegando a rozar en algunas situaciones hasta el 96% de aprobación.
Así que primero agradecemos y felicitamos a nuestro pueblo por esa fiesta cívica en la que todos participamos. Y en segundo lugar, ratificar el compromiso que junto con el presidente Bukele asumimos de conducir a este país hacia nuevos estadios de bienestar, de paz y de prosperidad.
SEMANA: Qué pasó con el conteo de votos. ¿El Tribunal Supremo Electoral no estaba preparado para las elecciones?.
F.U.: No sé realmente qué pasó, primero porque desde el Gobierno no intervenimos absolutamente. El Tribunal es una entidad totalmente autónoma e independiente, no admite ningún tipo de injerencia de parte del Gobierno, entonces, lo que conocemos es lo que conoce la población a través de la información que ellos brindan, pero en su última cadena informativa reconocieron de que había habido un problema técnico en la transmisión de los resultados de las actas y eso obligó a que el tribunal decida abrirlas, como se ha hecho en épocas anteriores, cuando no se usaba esta técnica de la transmisión electrónica y se va a hacer, pues lo que se hacía antes, seguir contando los votos de forma manual y transmitiendo la información de forma tradicional, y eso es un incidente que no empaña ni opaca la transparencia del proceso, sino que genera una dinámica que retrasa el dato oficial de resultados.
Para nosotros, que hemos observado elecciones en múltiples países alrededor del mundo, incidentes de esta naturaleza siempre pueden ocurrir que la tecnología a veces no funciona, pero la voluntad de los pueblos queda expresada y registrada tanto en los votos como en las actas, en los informes de las misiones de observación, tanto nacionales como internacionales. Y una prueba de ello es que en el caso del Salvador, todas las misiones de observación han sido unánimes en que el triunfo del presidente Bukele es incuestionable y el propio secretario general de la OEA, que tiene una misión de observación acá en el país, ya dio su reconocimiento enviando una felicitación al presidente Bukele, con lo cual, pues cualquier duda sobre estos resultados queda soslayada y lo que nos toca es esperar a que haya ese recuento manual de los votos tal como se hacía en el pasado.
SEMANA: Vimos que Guatemala, Estados Unidos, Paraguay, algunos países, ya felicitaron al presidente Bukele por su triunfo, pese a que no hay una confirmación de estos resultados. ¿Qué pasa con los países que no lo han felicitado?
F.U.: Lo vemos como una cuestión bastante formal. Hay países que mientras la autoridad electoral no ha hecho una declaración pública de resultados, se abstienen de expresar una opinión, este es el caso de algunos países de Europa o de América Latina. Pero como decimos el resultado ha sido incuestionable y los organismos, como el caso de la OEA o de otras instituciones internacionales que han observado, son garantía de que el resultado es irreversible, que el Presidente ha ganado con una abrumadora mayoría y por eso, pues países con mucha cautela, como el caso de los Estados Unidos ya oficialmente han enviado su reconocimiento y su felicitación, pero más importante que ello es el triunfo que se celebró en la noche del 4 de febrero en la Plaza Barrio desde el Palacio Nacional, donde el pueblo salvadoreño celebró, festejó de forma alegre, pacífica, este triunfo y un reconocimiento del pueblo es lo más importante para nosotros.
SEMANA: ¿La oposición está ‘pulverizada’ como dijo el presidente en su discurso?
F.U.: El pueblo salvadoreño expresó de manera libre y democrática su preferencia por la opción presentada por el partido Nuevas Ideas, liderado por el presidente Bukele, el resultado y las consecuencias de su actuación en períodos pasados es lo que llevó a este resultado, uno cosecha lo que siembra, si ellos no pudieron sembrar en el pueblo salvadoreño la confianza necesaria para tener el favor del pueblo, pues es el resultado es lo que hemos obtenido.
Yo creo que para la democracia siempre es bueno que haya una oposición fuerte, racional, propositiva qué es lo que no vimos en este caso, estas elecciones estuvieron ausentes de propuestas por parte de la oposición y el pueblo lo vio, el pueblo vio que la única campaña que hacía la oposición era atacar al presidente, atacar la figura del presidente, se centraron en dirigir todos los ataques que además tuvieron eco en mucha prensa internacional, que son aliados de la oposición y que todos esos ataques al pueblo le generaron una reacción inversa, es decir, viendo el ataque sistemático, sobre todo en la última semana de muchos medios, tanto nacionales como internacionales, generó en el pueblo una reacción de rechazo para esa oposición, porque el pueblo ve y saben diferenciar y si algo tiene el pueblo salvadoreño es esa capacidad racional para el momento de emitir el voto y el resultado de esa campaña negativas que hicieron periódicos los periódicos nacionales, tanto digitales como impresos, igual que los periódicos en Estados Unidos y en Europa de atacar sistemáticamente al presidente.
SEMANA: Un periodista lo citó a usted en una presunta respuesta que habría dado en una entrevista: “A esta gente que dice que se está desmantelando la democracia, mi respuesta es sí -no la estamos desmantelando, la estamos eliminando, la reemplazamos con algo nuevo”, ¿qué fue lo que pasó realmente con ese caso que fue mencionado incluso por el presidente Bukele?
F.U.: La verdad, es lo que dijo el presidente. No le creo al New York Times, es decir, esa es la verdad absoluta, porque el New York Times, tergiversando lo que yo había dicho trató de generar una falsa idea de que aquí se estaba desmantelando la democracia. La respuesta del presidente no pudo ser más contundente cuando le dijo aquí no ha habido democracia.
Yo lo que le dije a alguien de ese medio, porque no sé quién es el responsable de esa nota, era que lo que nosotros habíamos heredado era un régimen corrupto, un régimen podrido. El presidente le agregó todavía una frase más: un régimen asesino, que habían asesinado a decenas de miles de salvadoreños, 41.000 salvadoreños, pero el reporte que recibimos del Instituto de Medicina Legal en los últimos dos gobiernos. Entonces ese medio que es parte de la campaña sistemática contra el gobierno del presidente, contra el presidente, contra El Salvador, es lo que el pueblo rechazó y por eso el resultado, porque ya no se deja engañar el pueblo por estos medios y por toda esta prensa facciosa que tiene una agenda de ataque constante contra el Presidente, contra el Gobierno y como repito, contra El Salvador.
SEMANA: Se recuperó la seguridad en las calles y otras medidas del estado de Excepción en estos primeros 5 años, ¿ahora qué sigue para los próximos cinco años?
F.U: Estamos ganando las dos guerras, la guerra contra las pandillas que trajeron muerte, desolación, dolor a nuestro pueblo y la otra, que era la corrupción.
El 1 de junio del año pasado, el presidente declaró la guerra contra la corrupción. Ya hemos puesto tras las rejas a varios funcionarios corruptos, se han recuperado cantidades de millones de dólares de personas que las tuvieron por formas incorrectas, ilegales y esa batalla también ya la estamos ganando, entonces, dice él, este segundo mandato va a ser el momento del crecimiento económico, vendrán muchas sorpresas, dijo esa noche, sorpresas en las cuales El Salvador de nuevo va a brillar
Su liderazgo en muchas de las iniciativas que se han tomado, sobre todo en temas de la economía digital, como el haber aprobado la primera vez en el mundo entero una criptomoneda como moneda de curso legal, el haber aprobado nuestra ley de activos digitales, una ley que permite el desarrollo de nuestra socio con Google Cloud, este gigante tecnológico, el haber dado facilidades e incentivos fiscales, diez años sin pagar impuestos Los primeros diez años para empresas que inviertan en tecnología permitirá al Salvador ser un atractivo para grandes inversionistas en estos temas.
Por otro lado, las grandes obras de infraestructura que habían quedado pendientes y que en el primer quinquenio no la pudimos desarrollar Por todas esas circunstancias la violencia de las pandillas, la corrupción que heredamos, el COVID 19, una Asamblea Legislativa que la dominaban los dos partidos tradicionales y que bloqueaba todas las iniciativas del Gobierno, ahora son obstáculos superados y viene el momento del crecimiento económico. La generación de oportunidades, la creación de empleos. Esa es la apuesta para este segundo quinquenio.
SEMANA: ¿Qué le dice a las organizaciones de derechos humanos, a los países que han criticado el Estado de Excepción y defienden a los presos que se encuentran detenidos en las principales cárceles del país?
F.U: Decirles que escuchen al pueblo salvadoreño. El pueblo salvadoreño ha hablado claro y en alta voces, entonces que ya dejen de estar mintiendo, que dejen de estar expresando esa falsa preocupación por los derechos humanos de los delincuentes, que vean que los derechos humanos de las víctimas y del pueblo salvadoreño en general es el que defiende el gobierno del Salvador y ellos se han quedado ya al lado equivocado de la historia, están al margen de los procesos como el que llevamos a cabo aquí en El Salvador y por eso creo que la última palabra la tenía el pueblo y la ha expresado de manera clara y en altavoces este 4 de febrero.
SEMANA: Ecuador ha querido ver a El Salvador como un ejemplo en la lucha contra las mafias y la delincuencia. ¿Cuál es su opinión sobre lo que está pasando en Ecuador y qué consejo darle?
F.U:: Primero nos solidarizamos con el pueblo y el gobierno de Ecuador en esta batalla que está dando contra el crimen organizado. Nosotros no damos consejos, no damos recetas, no intervenimos en los asuntos internos de otros gobiernos, de otros estados, pero sí estamos abiertos, dispuestos, disponibles, a compartir nuestras experiencias así que en el caso de los hermanos ecuatorianos de su gobierno, sepan que tienen en El Salvador un aliado, un gobierno de un pueblo que se solidariza con su lucha, porque hemos sufrido en carne propia los embates del crimen organizado, de la violencia y por lo tanto, sí sabemos de lo que se trata una batalla de esta naturaleza, pero no nos quisiéramos tomar el atrevimiento de dar consejos o recomendar situaciones, porque así como no las hemos pedido para hacer nuestra propia política, para impulsar nuestra propia lucha, esto es producto del talento salvadoreño, de la institucionalidad salvadoreña, con los recursos de nuestro pueblo, de nuestro país y de nuestras instituciones, tampoco quisiéramos nosotros estar tomándonos o aprobando ese derecho de ir a recomendar o de ir a dar instrucciones a otros pueblos, a otro gobierno. Sí, repito, estamos listos, estamos dispuestos a cualquier colaboración que se nos solicite y los esperamos con los brazos abiertos para cualquier consulta y sepan que tienen en El Salvador un aliado incondicional para poder salir triunfantes en esa lucha, tal como nosotros lo hemos logrado aquí en El Salvador.
SEMANA: ¿Cuál es la opinión del gobierno de El Salvador frente a Gustavo Petro y sus recientes declaraciones contra Nayib Bukele en su cuenta de Twitter?
F.U: Bueno, nosotros igual mantenemos nuestro respeto hacia los gobiernos legítimamente constituidos, electos por sus pueblos. Respetamos a sus jefes de Estado por la investidura que tienen, a veces lamentamos que se den este tipo de exabruptos porque no contribuyen al fortalecimiento de relaciones entre los gobiernos, los pueblos no tienen por qué padecer ni las consecuencias de estos exabruptos de algunos funcionarios pero si de alguna manera se toma nota, se registran estos hechos para efectos diplomáticos, para efectos de relaciones, sin embargo, repito, en el caso de Colombia no se ha dado absolutamente ningún gesto a nivel diplomático, como sí lo tuvo Colombia con el caso de Guatemala, con el gobierno anterior de Guatemala, donde se llamaron a sus embajadores, lo cual ya es una señal de malestar entre las relaciones de los Estados y una forma en que la diplomacia genera estos mecanismos.
En el caso nuestro, damos por superado estos desencuentros, le deseamos lo mejor al pueblo colombiano en su búsqueda por una paz permanente y duradera y en lo que podamos contribuir. También estamos nosotros dispuestos a dar los aportes cuando así se nos solicite.
SEMANA: Sobre la toma de posesión: ¿Qué día va a ser, qué países van a invitar y hay algún país que no esté en ese listado?, ¿Qué nos puede adelantar?
F.U: Creo que todavía es muy prematuro. Vamos a esperar a que se nos entreguen las credenciales cuando oficialmente se nos declare que hemos ganado las elecciones, Es un acto solemne que hace la autoridad electoral y a partir de ahí me imagino, pues el Presidente, que es el que lleva las relaciones internacionales, las relaciones exteriores, según la Constitución, dará instrucciones a la Cancillería para que empiece a girar las invitaciones.
La toma de posesión va a ser el día 1 de junio, tal como lo establece nuestra Constitución y esperemos para entonces a ver cuáles son las instrucciones que gira el Presidente a nuestra Cancillería, tal como lo hizo el 1 de junio de hace cinco años, cuando dio instrucciones precisas para que se ratifica las invitaciones que se habían girado. Porque recordemos que quien invitó el año pasado fue el gobierno saliente. Es decir, que esa es la tradición.
SEMANA: ¿Es El Salvador el país más seguro del hemisferio occidental?
F.U: Según las estadísticas, si nosotros teníamos ahí disputando el primer lugar con Canadá era mínima las diferencias en las que Canadá no sacaba una ventaja, pero con la continuación de nuestro régimen de excepción y la política de cero homicidios, ya pasamos de los 542 días con cero homicidios y la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes ha descendido y con eso hemos pasado a ocupar el primer lugar como el país más seguro en todo el hemisferio occidental.