SEMANA: ¿Nayib Bukele es aliado de Donald Trump y Javier Milei?
Geovani Gáleas: Es importante aclarar eso, porque hay bastantes confusiones originadas con la visita que el presidente de El Salvador le hizo al CEPAC en Washington. Yo lo veo de esta manera, creo que, coyunturalmente, Bukele, Trump y Milei están en un mismo bloque que se define por intereses estratégicos, nacionales y geopolíticos, pero no se define por afinidad ideológica. Es como la diferencia que hay entre un frente y un partido, a un frente no lo une la afinidad ideológica, sino un enemigo común.
En el caso de Bukele, Milei y Trump están unidos porque los une, por decirlo folclóricamente tesoros, pero ya sabemos que detrás de tesoros hay un grupo grande que está que sin presentarse a las urnas nunca son los que están dictando políticas mundiales porque tienen mucho poder económico y dictan políticas globales a través de organizaciones como la ONU la OEA.
Y tienen en común estos tres personajes que están en contra de esa agenda en contra de esos globalistas, que sin presentarse a las urnas, pretenden ser el gobierno efectivo, pero no de cada nación, sino globalmente un gobierno global en la sombra. Pero las diferencias que hay son obvias, Bukele jamás se declararía anarco-liberal como Milei, ni asumiría algunas de las políticas públicas que Milei asumió. Y también con Trump hay bastantes diferencias.
SEMANA: ¿Pero entonces Nayib Bukele es de izquierda o de derecha?
G.G.: Todas estas alianzas no son en absoluto un tema ideológico. Hay que recordar que el presidente Bukele jamás se ha definido como un hombre de izquierda o un hombre de derecha. Acusarlo de ser de derecha porque fue a ese foro, es un error, porque fue ese foro a defender intereses, ni siquiera por intereses nacionales de El Salvador, que era importante manifestar la independencia y la soberanía de nuestro país, que es la lucha más fuerte que él ha dado.
Eso no lo define como alguien de derecha. Y por ejemplo, una visita a China no lo define en absoluto como un hombre de izquierda, el presidente Bukele muy deliberadamente y explícitamente se ha negado a prolongar ese polo de oposición histórica, el cual nos ha hecho mucho daño en El Salvador, que es el tema ideológico de izquierdas y derechas. El mandatario salvadoreño no toma esa ruta. Él no se ha definido en esos términos polarizadores de ambas ideologías.
SEMANA: ¿Cómo podría definir al presidente Bukele ideológicamente teniendo en cuenta esto?
G.G.: El presidente Nayib Bukele es programático, es un político programático, defiende los intereses nacionales, y por supuesto que se va a ligar o va a tener alianzas estratégicas con quienes defiendan lo mismo, eso es natural. Yo creo que es un presidente pragmático, y por lo menos en mis términos, el pragmatismo es la mejor defensa de los principios, más no un abandono de estos. Es la mejor manera de defender los principios, luchar contra la agenda global 2030 que te quieran imponer desde la ONU y desde del grupo Davos.
Para mí, en lo que llevamos del siglo XX es su gran aporte personal a la política. Haberse negado a entrar en ese juego de espejismo juego de ilusiones que era un falso enfrentamiento entre izquierda y derecha, donde solo ganaban las cúpulas y siempre perdieron los pueblos. Tanto la sangre y los muertos los pusimos los pueblos, y las cúpulas de izquierda y derecha, terminaron quitándose en el poder, como en los casos de los partidos comunistas autoritarios, y en el caso de las derechas, el montón de dictaduras.