Al reabrir la economía de Estados Unidos, más ciudadanos morirán, admitió este martes el presidente de ese país, Donald Trump, quien volvió a restarle importancia a la amenaza del coronavirus al no cubrirse la cara durante una visita a una fábrica de mascarillas. Periodistas de la cadena ABC News abordaron al mandatario al preguntarle si creía que aumentará el número de muertos por el desconfinamiento de la población. "Es posible, habrá algunos", respondió.

La gente "no estará confinada en un apartamento, en una casa o donde quiera que sea", explicó Trump en las instalaciones de la fábrica de Honeywell en la ciudad de Phoenix, Arizona, que visitó en su primer viaje importante desde que comenzó la cuarentena por el coronavirus, que ya ha matado a más de 71.000 personas en Estados Unidos. Con cerca de 1.023.000 de casos entre su población, Trump insistió en que "debemos abrir nuestro país" y dijo que no se puede “mantener la economía cerrada por los próximos cinco años". "No digo que todo sea perfecto. ¿Se verán afectadas duramente algunas personas? Sí. Pero debemos reabrir nuestro país y debemos hacerlo pronto", añadió.

La Casa Blanca lleva días centrando su discurso sobre el desconfinamiento progresivo del país. Si faltaba una señal de la voluntad del Gobierno de comenzar un nuevo capítulo, el vicepresidente Mike Pence indicó que la célula de crisis sobre covid-19 pondrá fin a su labor en las próximas semanas.

La portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, precisó, sin embargo, que los expertos médicos iban a seguir estrechamente vinculados a la toma de decisiones. "El presidente continuará su trabajo basado en datos para una reapertura segura", dijo. Tras haber dado a entender lo contrario, Trump, rodeado de obreros con mascarillas durante la visita de la empresa en Phoenix, no se puso ninguna. Con información de la AFP.