Tras seis semanas de intensos debates, la defensa y la fiscalía tendrán una última oportunidad de convencer al jurado conformado por siete hombres y cinco mujeres. Su veredicto será determinante para el futuro político de Trump, en su carrera por las presidenciales del 5 de noviembre.
La fiscalía insistirá en que el 45º presidente de Estados Unidos (2017-2021) fue culpable de falsificar documentos contables de su emporio, la Organización Trump, para ocultar un pago de 130.000 dólares a la exactriz porno Stormy Daniels para evitar un escándalo sexual, al final de su campaña presidencial de 2016.
Destacarán que a través de ese pago, que equiparan a un gasto oculto de campaña, Donald Trump “corrompió” las elecciones.
La actriz, cuyo verdadero nombre es Stephanie Clifford, afirma que Trump compró su silencio sobre una relación sexual que dice haber tenido con él en 2006, cuando ya estaba casado con su esposa Melania.
El expresidente republicano, que ganó esas elecciones por un estrecho margen contra Hillary Clinton, niega la relación y se presenta como víctima de una persecución política. Desistió de testificar en el juicio.
A su vez, la defensa intentará de nuevo minar la credibilidad de Michael Cohen, en el pasado abogado y hombre de confianza de Trump, devenido en su principal acusador, ante un jurado que debe emitir un veredicto unánime para que el exmandatario sea declarado culpable.
Cohen afirma que por orden de su jefe le pagó a Stormy Daniels de su propio dinero “para garantizar que la historia no saliera a la luz y no afectara las posibilidades de Donald Trump de convertirse en presidente de Estados Unidos”. Según la acusación, le reembolsaron el dinero mediante facturas falsas y registros disfrazados de “honorarios legales” en las cuentas de la Organización Trump.
Una vez terminen los alegatos finales, el juez Juan Merchan confiará a los jurados —probablemente el miércoles— la decisión de declarar culpable o inocente al exjefe de Estado estadounidense.
Si el jurado no llega a un consenso, tendría que repetirse el juicio. En caso de ser declarado culpable, el candidato presidencial republicano de 77 años podrá apelar y, de todas formas, presentarse a los comicios de noviembre. Sin embargo, el peso de una condena penal podría ser decisivo en el reñido duelo contra Joe Biden.
De cuatro procesos que afronta Trump, este juicio cobra aún más importancia porque probablemente será el único que ocurra antes de las elecciones.
Durante los debates, se pudo conocer detalles del ambiente que había entre los bastidores de la campaña presidencial, donde era constante el miedo a un escándalo sexual, especialmente después de que se revelara un video en el que se oye a Trump alardeando vulgarmente de poder “agarrar a las mujeres por el coño”.
Un exdirector de un tabloide, y amigo del magnate, dijo en el estrado que él era sus “ojos y (sus) oídos” para hacer desaparecer cualquier revelación vergonzosa, incluso si eso significaba pagarle a una modelo de Playboy 150.000 dólares para mantener en secreto una aventura con Trump.
El jurado también escuchó el audio de una conversación privada en la que el candidato y Cohen discuten ese pago.
Stormy Daniels describió la relación sexual que dijo haber tenido con Trump, un acto que según ella fue consentido, pero en el que había un “desequilibrio de poder”.
Pero más allá de lo mucho que se dijo durante el juicio sobre sexo y dinero, los jurados solo tendrán que responder una pregunta: ¿ordenó Donald Trump falsificar documentos contables para ocultar el pago?
Con información de AFP*